El accidente de autobús de los Lagos de Covadonga, sucedido este pasado verano, ya tiene explicación. Tras más de tres meses de investigación, la Guardia Civil ha concluido que el suceso se debió a «una ejecución incorrecta de la maniobra de cruce con otros vehículo» al haberse orillado «demasiado a la derecha de la vía».
Según la Benemérita, lo correcto habría sido detener la marcha del autobús o, incluso, que hubiera dado marcha atrás hasta un lugar con más anchura que garantizara la correcta circulación de dos vehículos. Para llegar a esta conclusión, la Guardia Civil ha tenido en cuenta el testimonio de un total de 12 personas que viajaban tanto en el autobús siniestrado como en otros vehículos. En esa lista de personas también se ha tenido en cuenta el testimonio del conductor.
«Ha resultado una investigación minuciosa y muy técnica», aseguraba la Guardia Civil para explicar un proceso de trabajo que ha conllevado contrastar múltiples datos de testigos, inspección ocular del vehículo, la carretera e, incluso, el tacógrafo del autobús.
Con estas conclusiones, la Guardia Civil da por finalizada la fase de instrucción. Un motivo por el que el atestado ya ha sido entregado en el Juzgado de Instrucción de Cangas de Onís.
