La sentencia que absuelve a dos educadoras de la Escuela Infantil de Ribadesella de malos tratos y mala praxis ya es firme. Y, lejos de zanjar el asunto, el fallo absolutorio ha traído consigo la reacción de las familias que han iniciado un movimiento solicitando el despido disciplinario del educador que denunció a las dos compañeras el pasado mes de diciembre.
Por un lado, las familias que creyeron en los argumentos del denunciante aseguran sentirse utilizadas y manipuladas, y solicitan el despido inmediato. Algo que han elevado a través de cartas formales tanto al consistorio como al Consejo Escolar y a la Consejería de Educación, que abrió un expediente de inspección cuando se denunciaron los hechos que han demostrado ser falsos.
Y el argumento, en todos los casos, es similar. No solo señalan al educador que encabezó la denuncia de mentir y manipular para calumniar a las dos compañeras encausadas. Además, en los escritos y declaraciones de las familias hay desconfianza y miedo hacia dicho trabajador que no deja de ser quien cuida de sus hijos.
Por el momento y dado que existe un expediente administrativo en curso, el Ayuntamiento de Ribadesella guarda un prudente silencio que solo se ha roto para defender al concejal de Educación, Pablo García Pérez, de la reprobación que los grupos municipales en la oposición plantearon la pasada semana.
Una maniobra política que el alcalde de Ribadesella ha calificado de «juego sucio» y que desconcierta ya que el pasado mes de diciembre esas mismas agrupaciones cerraron filas en torno al consistorio en un escrito en el que constaba que el Ayuntamiento de Ribadesella no tenía conocimiento alguno de ningún problema en la escuela infantil, denotando así que el denunciante acudió a un medio de comunicación antes que al responsable último de la escuela.
CCOO asegura que el denunciante «sigue ejerciendo el mal»
Para Humildad Gutiérrez, secretaria general de CCOO en el Oriente de Asturias, es imprescindible que se depuren responsabilidades laborales. Asegura que el educador que denunció en los medios la praxis de sus compañeras «sigue ejerciendo el mal, creando malestar y manipulando a las familias» asegurando, incluso, que «parece que no tuvo bastante con procesar a dos compañeras haciéndoles pasar muchas penurias».
