Sin la gerente y sin la responsable de recursos humanos se celebró una nueva reunión para negociar el futuro del Matadero Central Junquera Bobes de Noreña. La empresa –representada por los abogados y el asesor financiero– aceptaría rebajar el número de despidos, de los inicialmente propuestos (36), a 31, así como el periodo de vacaciones de julio a septiembre.
«Hay muy poco margen de negociación», denuncian desde el comité, que no ve con buenos ojos la ausencia de las representantes de la dirección, lo que justificaron con unas pintadas alusivas a ellas. «Nos dicen que no están bien psicológicamente, pero nosotros tampoco estamos bien, cuando estamos sin cobrar y pendientes de nuestro futuro».
En la reunión, el comité desmontó los números del plan de viabilidad presentado por la dirección en el que se justifican la necesidad de subcontratar algunas secciones. «La empresa facilitó unos números erróneos o interesados, por lo que no nos podemos fiar de lo que nos proponen». El comité aportó una copia al Juzgado y a todas las partes donde demuestran que los costes de la subcontratación son más caros que continuar con la plantilla.
También lamentaron el trato recibido el lunes en las instalaciones del macelo. La plantilla entró a celebrar la asamblea y desde la dirección se llamó a la Guardia Civil, quien identificó a los trabajadores. «No somos delincuentes, defendemos nuestro trabajo».