LA POLA

La procesión del Encuentro de Pola de Siero estuvo bendecida por la lluvia

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La lluvia caída en la tarde del Viernes Santo simbolizó la bendición para la recuperada procesión del Encuentro en Pola de Siero. Después de cuarenta años, la imagen de la Virgen Dolorosa volvió a las calles de la capital sierense para encontrarse con su hijo, Jesús Crucificado, en La Pola, el venerado Cristo de Santa Ana. 

 

Cientos de personas esperaban el momento, en la confluencia de las calles Celleruelo, Plaza de Argüelles y Calles San Antonio, tras salir las dos imágenes de sus respectivos templos; la virgen desde la iglesia parroquial, portada por mujeres. La madre superiora de Asilo de Pola de Siero, Sor Genoveva Ruiz; junto a tres hermanas de la congregación, fueron las encargadas de sacar la imagen del templo. Por su parte, los hombres, costaleros de la cofradía del Santísimo Cristo de Santa Ana, hicieron lo mismo con el Cristo, que da nombre a la capilla donde descansa todo el año.

 

El encuentro de las dos imágenes fue uno de los momentos más emotivos y esperados de la procesión, a pesar de que la  lluvia acompañó de principio a fin.  Cuando las imágenes estaban enfrentadas, las costaleras de la Virgen Dolorosa rindieron pleitesía a Jesús Crucificado, para continuar la procesión por las calles cerradas de la capital del concejo. Tanto hombres como mujeres fueron relevándose para portar las andas de las imágenes. 

 

Una vez en la plaza de la iglesia, las dos imágenes se volvieron a reunir, unos minutos, para resguardarse del agua en el templo parroquial.

 

Mujeres se turnaron para llevar la imagen de la Dolorosa.

 

Entre los costaleros del Cristo estaba el exalcalde, Martínez Llosa.