BORJA

Pacoli, Kaype, Villa Magdalena, Calatrava y....

Y el pueblo tiene miedo a quedarse sin lo que buenamente fue ganando al cabo de las últimas décadas. Eso esta golfería gobernante lo sabe de sobra.

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En todos los casos del titular de esta carta del ex Director, trabaja y dirime la Justicia. Pues comienzo con estas palabras textuales del Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo de Poder Judicial, don Carlos Lesmes, “La ley esta pensada para el robagallinas, no para el gran defraudador”.

Bien, bien, bien. Si lo anterior es cierto, que lo es, las diferentes sentencias de la demolición de Muebles Pacoli, Hotel Kaype, asuntos de Villa Magdalena y Calatrava en Oviedo, dejan mucho que desear. Ninguno de los cuatro casos son de robagallinas. Evidentemente.

Pero qué pasa con estas sentencias judiciales, que en principio parece que nada. Pues de eso nada, monada. Los contribuyentes de Colunga y Llanes, sus vecinos, pagarán los desaguisados de Muebles Pacoli y Hotel Kaype. Los de Oviedo los desastres de Villa Magdalena y el Palacio de Calatrava. Bien, bien, bien. En todos esos casos los diferentes alcaldes fueron los que firmaron las diversas autorizaciones para semejantes barbaridades. Pero, casualmente, a ellos no les costará nada más que la parte proporcional por ser vecinos de los municipios “paganinis”.

Y eso no puede ser, como no puede ser que el miembro más alto de la Judicatura afirme que la Justicia esté hecha para robagallinas y no tenga la dignidad de dimitir tras decir esa verdad. Pero no. Porque a don Carlos Lesmes, lo pusieron ahí los políticos. Corcho, otra vez los políticos.

Y toda esta golfería política que miente y nos roba por la cara, solo y solamente solo, lo hacen porque saben que el pueblo tiene miedo y no sale a la calle a tirarles tomatazos o llamarlos, simple y llanamente, GOLFOS. Justo lo que son. Ojo, generalizar es malo y la gran mayoría de los políticos, y máximo los alcaldes, son gentes más o menos honradas. Normalmente en relación al número de habitantes que dirigen.

Y el pueblo tiene miedo a quedarse sin lo que buenamente fue ganando al cabo de las últimas décadas. Eso esta golfería gobernante lo sabe de sobra.

Pero pondré un  ejemplo simplón para que me entiendan:

¿Ustedes recuerdan cuando prohibieron fumar en bares y restaurantes, salvo en una parte destinada a tal fin? ¿Se acuerdan de las cristaleras? Pues toda la gente sumisamente fumaba detrás del biombo, que separaba a fumadores o no. Pero después de observar que tal anomalía les sabía poco, estos golfos gobernantes dijeron que aquellas cristaleras, con lo que les habían costado a los pobres autónomos de la hostelería, no valían. Y dijeron más tarde: en los establecimientos públicos no se fuma. Y a la pobre gente la ves fumando en la calle, incluso al dueño de su tienda, peluquería o el bar antes citado. Ustedes me entienden. Eso se llama grado de sumisión de la ciudadanía.

Pues eso se hace para saber el grado de sumisión de la ciudadanía que es tan alto, como para que el partido más corrupto de la historia gane las elecciones por mayoría minoritaria. Pues salud a los alcaldes y enhorabuena a los dueños de Muebles Pacoli, Kaype, Villa Magdalena y Calatrava, por el pastón que van a cobrar.

Encima el gran daño ambiental en los dos primeros casos (Pacoli y Kaype).

Viva la Pepa y, queridísimo y amadísimo parroquiano, si llegó hasta este punto, póngase a pensar que, o ponemos a los políticos en su lugar (y eso no se hace solo con votar lo que nos mandan votar, porque las listas las hacen ellos) o menuda la que se nos viene encima. Y ojo, que nadie me malinterprete. Sólo analizo hechos constatados. No animo a la ciudadanía a manifestarse contra toda esta golfería mandante-mangante.

NOTA A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del Cesar. En unas magníficas negociaciones, el alcalde de Parres, Emilio G. Longo, ha logrado para todos los vecinos que el Impuesto de Bienes Inmuebles haya bajado el 30%. El mayor de toda Asturias. Mi más sentida felicitación al regidor parragués.

 

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