BORJA

Atascos en Los Lagos

Porque Covadonga, y todo su entorno, es nuestro, de los vecinos

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Recuerdo perfectamente cuando hace unos años se impuso el sistema de subida a los lagos de forma colectiva. Todos los doctos empresarios del turismo de la zona ponían el grito en el cielo.

Algunos, con las ideas más clarinas sabíamos que, o se hacía eso, o había que prohibir subir a Los Lagos en coche. Pues  esta pasada semana pudimos ver las colas de coches para subir. Todo un Parque Nacional inundado de coches polucionando la naturaleza, con total autorización de una Guardería del Parque dedicada a cuidar al Llobu y que aumenten los matorrales. De esta manera, las acciones de aquel magnífico director del Parque, Javier de Sebastián, van dando sus resultados.

Nadie en su sano juicio quiere ser pastor en la zona y cada vez hay menos pastos, para que estos “invasores” de los queseros se larguen de una vez por todas. La cosa va durando más de lo que en su día presuntamente prepararon los del Parque, pero ya saben que no pasará una década y asunto estará concluido. La especie humana es la sobra en el Parque piensan algunos como  los proteccionistas del lobo, los buitres (encargados de que si no los ceban, se coman a la vaca recién parida y otras lindezas similares) o el ocorrente Hartasanchez, a la sazón Director del FAPAS y siempre muy hostil con la prensa, desde hace las mismas décadas que él vive del asunto animalero.

Así las cosas, con estos elementos curiosones citados, -incluso recordando al difunto Javier de Sebastián-, autor de que el Parque tomara el rumbo que vamos viendo, pues escribo a las autoridades competentes o incompetentes del Parque que se tienen que espabilar para evitar a toda costa que los coches suban en caravana a un espacio que debería estar protegido, no de los ganaderos y la abundancia de matorrales, que deben ser elementos decorativos tan importantes. Debería de estar protegido de caravanas de coches atascados echando CO2, pero lo  que está prohibido es la siega y quema de matorrales.

Resumen de los resúmenes. Alsa hace una labor estupenda, siempre ayudado por los taxistas de Cangas y durante años ni un solo accidente. Algún rayonazo y poco más. Porque los choferes de Alsa son muy buenos, igual que los Pastores de Los Picos, que cada día están más hasta el gorro de ver cómo los quieren echar sibilinamente del Parque.

No harán nada por evitar las colas y atascos de coches y, seguramente pondrán todo tipo de pegas para que los pastores, los del magnífico queso de Gamonéu, se larguen cuanto antes. Pero los del Parque parezme que van a dar en hueso duro de roer. José Manuel, el alcalde de Onís, ya les va ganando algunas partidas (léase nuevos accesos para evitar kilómetros a sus ganaderos, que tardaron décadas en concederse) y el de Cangas de Onís ya se está poniendo las pilas. Porque Covadonga, y todo su entorno, es nuestro, de los vecinos. Y los del Parque Nacional que se vayan olvidando de su absoluto y caprichoso mando. 

Habrá que estar atentos, para que estas absurdas caravanas de coches no se repitan.

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