Opinión

Autónomos: Maldito Régimen

No me refiero aquí a los autónomos que pagan 300, 500 o incluso 700 euros al mes. Escribo de millones de autónomos que tienen su pequeño bar con su mujer o el peluquero; un taller mecánico familiar, que trabajan el padre un hijo o dos, y la madre de secretaria... multitud de ejemplos.

Eso de trabajar 8 horas o 40 horas semana y un mes de vacaciones no es para los autónomos. Nunca porque para pagar la cuota, el IVA, el “venía” el IRPF, el alquiler, créditos del banco y lo que se les ocurra, el pobre autónomo abrirá su negocio casi todos los días, por no decir todos. El pobre autónomo (fontanero, electricista, albañil y un largo etc.) para sacar el salario mínimo que tanto cacarean de mil y muy pocos euros, cada día que levanta la persiana de su negocio, o arranca su furgoneta, ha de pensar que su objetivo es sacar 100 euros brutos al día como poquísimo.

Y esa cantidad que para el autónomo supone unos 25 días al mes de a diez  horas  mínimo, es decir 250 horas al mes, descansando (si toca) los domingos.

Cuando yo era autónomo, trabajar  15/16 horas diarias era asunto normal. Cierto, ganaba para pagar en mis últimos años la cuota máxima que en aquel entonces era 960 euros, pero no es menos cierto que cobraba por divertirme, pues el periodismo es un oficio muy vocacional, muy mal pagado y peor ahora con tantas redes, tictoques; wasapos; podcases...

Cuatro millones de autónomos están obligados a estar en un maldito régimen que dice que tienen derecho a vacaciones (efectivamente, pero se las paga él y la cuota, IRPF, IVA, venía...). También derecho a la baja que ya me dirán, siendo él solo, quién lo va a sustituir; baja por maternidad, ¿que quién va a atender el negocio?; pagas extras, que como no se las conceda a él mismo... Y así mil cosas  más. A esos son los que vigilan de cerca los inspectores, que ahora no les quitan la lupa de encima, porque saben que son las presas más fáciles y que menos se  van a resistir.

Por lo menos, señor Barbón, en Asturias, dé instrucciones a los inspectores de los diversos ramos, que vigilen a Arcelor; Windar,Telefónica y otras diversas que, aunque no son autónomos, no les vendrían mal algunas que otras inspecciones. Con lo recaudado en cada una de esas empresonas, no tenían que tomarse tantas molestias con los que no les queda más remedio que estar en el maldito régimen. Conozco de primera mano a varios autónomos que la Hacienda Pública Acreedora por conceptos fiscales los investiga y son gentes que luchan por llevar para casa 1.500 euros. Pero el inspector allí se para, porque sabe que ahí hay tajada.

Ahora dicen que es lo que hay. Lo que no puede ser e inconcebible es que a una empresina de uno o dos autónomos les manden en plena pandemia una inspección fiscal, encima al mes de abrir el negocio. O a otra de un autónomo lleven meses pidiéndole papeles.

¡¡¡Homenomejodan!!! Y después el político y capitoste gallego Baltar, a 215 Km/hora y  no le pasa nada.

Menuda banda.

Vicente Cosío y Juan Priede

Coincide en esta semana la pérdida de dos grandes. Uno de la derecha de toda la vida y otro de la izquierda ídem. Los dos se caracterizaron por aportar muchísimo en sus respectivos concejos. Uno desde la hostelería, que fue representante de la zona durante muchos años, y otro desde la política municipal. A los dos les estoy muy agradecido por la inmensa ayuda que me mostraron en los inicios de este SU Periódico. Descansen en paz, los echaré mucho de menos, entre otras cosas porque ambos eran unas bellísimas personas.