JOSÉ LUIS DÍAZ

Morir de éxito

El verano es básicamente gente. Y este verano, dicen por tierra, mar y aire, que se han batido todos los records, por muchas y variadas razones. Por ello me parece de un uso partidista que roza la pobreza intelectual afirmar que “Ribadesella es de los pocos concejos que está trabajando seriamente en promoción turística” (alcaldesa dixit).  Menos mal que no se venía a la política a hacer política.

¿Qué conclusiones sacarán los concejos vecinos con los que tenemos en común todo en lo referido a esta industria llamada turismo? ¿Acaso ellos no trabajan seriamente, o lo hacen en broma? ¿Es que sólo hubo turismo en Ribadesella? ¿Y si lo hubo en los demás concejos, qué fue una casualidad pero no debido a su esfuerzo?

Todos los expertos coinciden en que este año han confluido una serie de factores determinantes para que el turismo haya aumentado en España, en cada comunidad autónoma, en cada municipio, en cada rincón, hasta índices extraordinarios. Pero resulta que sólo en Ribadesella es donde se ha trabajado en ese sentido. Y además seriamente.

Si la Semana Grande de Piraguas o su promoción en FITUR fueron propuestas por unos y consensuadas por todos: ¿Por qué se excluye del éxito a los demás? Y lo que es peor ¿Por qué se atribuye como propio el éxito del turismo cuando fue en todos los sitios de nuestro país donde aumentó?

De igual modo habría que decir que cuando algo no va todo lo bien que deseamos, la culpa del fracaso debe recaer en quien gestiona y no echar balones fuera hacia otras administraciones. Insisto la política es como es, entre otras razones porque los que venían a regenerarla hacen lo que hacen y actúan como lo que tanto criticaban: como políticos. Por tanto: ¿Acaso deberíamos hacer responsables a quienes hacen las “serias” campañas de promoción turística de lo que acontece durante el verano: cuando se grafitean las fuentes de los pueblos de Ribadesella (Sebreñu), las fachadas, se rompen paneles, se pintan centros públicos, se sigue sin aparcamientos, cuando la limpieza desmerece, las áreas recreativas abandonadas…?  Por tanto, dejémonos de tantos logros que tal vez no nos correspondan del todo y creemos políticas para que el pueblo sea vivido y no sólo sea una mera mercancía para morir de éxito.

 

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