El incesante orbayu, que era lluvia fuerte por momentos, ambientó Tazones ayer sábado, para que a la recreación del Desembarco de Carlos V no faltara detalle alguno. Las inclemencias no mermaron las ganas de disfrutar de la puesta en escena de la llegada del joven Príncipe de Habsburgo, que por entonces aún no había sido coronado y que llegaría a ser el Emperadro Carlos V. El público aguardó estoicamente, bajo los paraguas, hasta que el el Príncipe puso pie en tierra, este año en la rampa que sube al puerto, ya que la marea alta no dejaba ver ni un palmo de arena de la playa. Entre los asistentes al Desembarco, que tiene su segund capítulo hoy en Villaviciosa, con una amplio programa de actividades, estaba la viceconsejera de Turismo del Principado, Lara Álvarez.
La Asociación Cultural Primer Desembarco, que preside Cristina Carneado, no dejó nada al azar y Tazones se transformó en aquel pueblo pesquero donde piso tierra de la península por primera vez el joven Carlos V, que había vivido hasta los 17 años en Flandes.