El Pregón marca el inicio de unas fiestas de El Carmín multitudinarias

Un año más, la plaza del ayuntamiento de Siero, fue el lugar en el que las fiestas del Carmín toman forma definitiva. El balcón del consistorio fue testigo de la lectura del Pregón de las fiestas que, este año, le correspondió a la Asociación Siero musical, en el año en el que se celebra su centenario. Poco antes de ello, la presidenta de la Sociedad de Festejos de Pola de Siero, Lucía Noval, anunciaba su dimisión y la de su directiva desde el balcón del ayuntamiento en una decisión que, no por esperada, quizá no fuera el mejor momento ni lugar para hacerla pública.

Fue María Suárez García la que, en nombre de la Sociedad, leyó su pregón a los cientos de personas presentes en la plaza. Tras los agradecimientos iniciales «a la concejala de Cultura, Aurora Cienfuegos y el señor alcalde Ángel García el interés puesto en todo lo que ha tenido que ver con la celebración del centenario de Siero Musical y a los responsables de la Comisión de Festejos de La Pola» María Suárez hizo un recorrido histórico de la Asociación « que no que no renuncia a su pasado» y recordó « a quienes han trabajado y disfrutado con sus proyectos, ha preferido en los actos organizados a propósito de esta celebración, reforzar sus proyectos musicales, y pensar y organizar sus actividades futuras, siempre con la idea de aumentar la actividad musical en Siero, de multiplicar la participación de sus vecinos en la práctica musical y, desde nuestra posición, mejorar un poco y en la medida de lo posible la vida diaria de todos nosotros».

En su pregón, María Suárez no quiso olvidar la figura de Fausto Vigíl Álvarez, « un concejal del Ayuntamiento de Siero que hizo todo lo posible, hace cien años, en defensa de la cultura y la música en este pueblo. Le honramos sus respetuosos sucesores en 2024, los que creemos en lo mismo que él acerca del valor de la educación y la cultura en favor de los vecinos de Siero».

Tras un extenso repaso por los nombres y los hitos más relevantes de la Asociación, siempre ligados a la historia de Siero, finalizó con una advertencia : « Quien piense que los músicos de este pueblo se van a rendir, van a renunciar a su vocación y a su compromiso, se equivoca. Siento tener que decírselo yo.  Aprendieron de Ángel Émbil y de sus próximos, a pelear todos los días sin descanso, a tener en cuenta a todo el mundo, sin distinciones de sexo, edad, ideologías, credos o procedencias; y al mismo tiempo a procurar sacar adelante un proyecto cultural colectivamente, de tal modo que las tensiones, los problemas, los conflictos, las dificultades (que están ahí, no los vamos a ocultar o ignorar) tuviesen mucha menos importancia que los encuentros, las tareas en común y los logros en comunidad».