Unos 30 minutos de intenso aguacero ha sido más que suficiente para crear el caos en bajos comerciales, garajes y portales de Lugones. Calles completamente anegadas por el agua que el alcantarillado ha sido incapaz de evacuar: «es la tercera o cuarta vez que nos pasa. Cada vez que llueve un poco fuerte la calle se inunda. Nos salía el agua por el baño. No sé si será un tema de limpieza del alcantarillado o de construcción, pero así no podemos seguir. Estamos pensando en cerrar y marchar de aquí».
Dotaciones de Bomberos y de la Policía Municipal intentaban atender todas las llamadas de auxilio y peticiones de los vecinos: garajes, almacenes con varios palmos de agua, portales y huecos de ascensor llenos de agua eran los testigos de un panorama desolador con el hastío de los vecinos y comerciantes como testigo:«estamos siempre igual: Para comprar cafeteras hay dinero, pero para arreglar el alcantarillado nada de nada. Tomamos nota, señor alcalde».
