La mujer de nacionalidad rusa acusada de tratar de vender en Llanes garras de oso y exhibir cráneos de especies animales protegidas no irá a prisión.
Tras reconocer los hechos en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo, aceptó una multa de 1.200 euros además de la prohibición de tener animales durante los próximos dos años por haber cometido un delito contra la fauna.
Los principales argumentos para que se haya librado del año y tres meses que pedía la Fiscalía se basaron en que las garras proceden de Rusia, país en el que es legal su tenencia y venta; además de alegar que si puso las puso a la venta fue únicamente por una cuestión de necesidad a la que se suma su desconocimiento tanto de la legalidad española como del propio idioma.
