Feria de Santillán: dos terneras, mucho palo y más miedo al mosquito de la EHE

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photo_camera Dos terneras, los únicos animales de todo el recinto ferial de Santillán.

«Esto es la puntilla», declaraba Alberto Suárez Arduengo, concejal de Ganadería de Amieva, «nunca hubo tan poco ganado». El desánimo en Santillán hoy era palpable y no solo porque hayan sido únicamente dos reses las participantes en la feria de Todos Los Santos de Santillán, una de las citas tradicionales del Oriente de Asturias. La tristeza y la preocupación contagiaban el ambiente e impregnaban todas las conversaciones de los muchos ganaderos y tratantes que acudieron, palo en mano, a la cita. En boca de todos: el Culicoides spp, mosquito causante de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE).

La presencia de las dos únicas terneras de la feria, procedentes de la ganadería de Alberto Alonso de Sames, es el mejor símbolo de la actual situación de la ganadería. «Y ha tenido dudas de bajarlas», aseguraba Rubén Suárez, también de Sames. «Hay mucho miedo, tanto en el que vende por exponer su ganado a otros animales que tengan el mosquito, como en el que compra, que no sabe si el animal está enfermo», decía, «y ahora, tenemos a la vuelta de la esquina el saneamiento, en el que a todas las pinchan con la misma aguja y no sabemos si unas pueden contagiarse de otras». «Pero la Consejería dice que solo hay 15 casos en Asturias», comenta con sarcasmo. 

El comentario no es en vano ya que, si bien los datos oficiales hablan de 15 focos, lo cierto es que solo en Amieva hay muchos más desde que, hace 20 días, la EHE empezara a campar «sin control» en un concejo cuya puntal económico es la ganadería. Solo en Amieva, tal y como nos cuenta el concejal de Ganadería, se contabilizan «entre 15 y 20 las ganaderías afectadas, y 10 reses muertas».

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Los dos únicos animales de la feria, procedentes de una ganadería de Sames.

Un dato planteado a los dos veterinarios de la Consejería de Medio Rural presentes en la feria, quienes insisten en que la única manera de llevar un censo real de la enfermedad es haciendo la analítica pertinente. Algo no solo necesario para contabilizar el número de casos sino, sobre todo, para poder pedir las ayudas en caso de que el Principado de Asturias contemplara concederlas a las ganaderías afectadas por EHE. Una enfermedad que, como la propia veterinaria presente en la feria aseguraba, «rebrotará en primavera; es como la lengua azul, son vectores estacionales... pero están ahí y han venido para quedarse, el mosquito ya ha llegado al sur de Francia».

«Necesitamos ayuda», la frase más repetida en la Feria de Santillán

«Hay más compradores que en la última de San Miguel, gente que vino incluso de Pola de Siero y Balmori», contaba a El Fielato Carlos Salazar, alcalde de Amieva, «pero la gente tiene miedo y es normal: la situación está muy, muy complicada y esto puede llevar a la ruina a muchos ganaderos». Se ha cuestionado mucho la celebración de esta feria, y Salazar responde tajante: «hemos estado en todo momento en contacto con Consejería, que son los que tienen que cancelarla... y lo único que nos dijeron es que no había motivo».

Si hay que cancelar la feria o el saneamiento tienen que decidirlo los veterinarios, no los políticos

En boca de todo, la misma frase: «necesitamos ayuda». «Entre esto, con los costes que conlleva el tratamiento de cada animal afectado, y el precio de los forrajes y los cereales, nos vamos a pique», declaraba Suárez. Y es que, más allá de lo que supone paliar los efectos económicos en una ganadería de la EHE, hay que valorar la recomendación de que cada animal enfermo debe ser estabulado para poder tratarlo en condiciones.

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De izquierda a derecha: Jorge Crespo, de Amieva; Rubén Suárez, de Sames; Enri, de Vis; y el concejal de Ganadería de Santillán, Alberto Suarez.

«Ya no es solo lo que cuesta intentar curar al animal», nos contaba Jorge Crespo de Amieva, que tiene cinco animales enfermos en su ganadería de los que tres ya han abortado, «es que además tienes que meterlas en la cuadra y alimentarlas con forraje, y eso encarece todavía más».

Pero hay otro punto importante a contemplar. Y es que la desinsectación de los animales, pauta marcada desde la Consejería de Medio Rural, tampoco resulta sencilla no solo porque buena parte de estos productos se encuentran ahora mismo fuera de stock sino, también, por el gasto que suponen. «El tratamiento para desparasitar a 60 vacas llega a los 250 euros», aseguraba Suárez Arduengo, «y seguimos sumando». 

La incertidumbre, otro mal compañero de viaje de los ganaderos del Oriente de Asturias

«La gente no solo tiene miedo al contagio, también tiene miedo a las repercusiones de esta enfermedad en su actividad», nos contaba José Antonio García, "Toño el de Mestas". Para el Regidor de Pastos de la Montaña de Covadonga, sobre las ganaderías con casos de EHE sobrevuela el miedo a que sean inmovilizadas como medida de control o que, incluso, se les impida realizar la trashumancia. Unas sospechas que él, que está "a pie de prao", ha ido detectando hablando con unos y otros ganaderos. 

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A las 12 del mediodía, Alberto Alonso -único ganadero que acudió a la Feria de Todos Los Santos de Santillán-, volvió a casa con sus dos animales.

El grueso de ganaderos congregados en la Feria de Santillán pone el foco en la Consejería, tanto en lo que respecta a la información que facilitan -«es una enfermedad nueva y no se sabe mucho», aseguraba otro ganadero, «pero nosotros solo vemos enfermar los animales y no sabemos ni qué hacer»-. «Los veterinarios de la Consejería tendrían que estar más cerca del ganadero», nos decía Salazar, «ahora mismo los clínicos están desbordados, pero si hay forma de llevar un control de los casos es a través de ellos».

Y así a mediodía, en Santillán ya no había ganado pero sí muchas caras largas y la sombra de la desesperación revoloteando sobre todos los presentes. «Esto se acaba», decía visiblemente afectado Alberto Suárez. Y, lo más preocupante de todo, es que en este concejo no hay plan B.