Un vecino de Oviedo de 39 años podría ser condenado a entre seis meses y seis años de prisión por múltiples delitos contra la seguridad vial. Algo que se ha conocido ahora cuando la Guardia Civil ha concluido la investigación que lleva desarrollando desde el pasado mes de agosto.
Los hechos ocurrieron en torno al dispositivo de control de niveles de sangre y drogas que realizaba el Destacamento de Tráfico de Ribadesella durante la celebración del festival Aquasella. El conductor de un vehículo, que había sido parado por los agentes para realizar el control, esquivó a un guardia civil y se dio a la fuga para no tener que someterse a las pruebas de la Benemérita e, incluso, comprometiendo la seguridad de los vehículos que circulaban por la carretera que se vieron obligados a frenar para evitar una colisión.
Durante ocho kilómetros, los agentes de la Guardia Civil del control persiguieron al vehículo que, además de circular a gran velocidad, realizaba adelantamientos peligrosos que ponían en riesgo la integridad de otros conductores. Finalmente, la patrulla optó por dejar de seguirle para evitar que se produjera algún accidente.
Desde entonces, agentes de la Guardia Civil a través de su Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) del Sector de Tráfico de Asturias ha investigado el vehículo hasta dar con el paradero del conductor fugado, quien ya ha prestado declaración y que ha resultado ser un viejo conocido de las fuerzas del orden, ya que ya había sido detenido con anterioridad por la Policía Local de Oviedo e incluso tiene ya alguna condena judicial en el ámbito de la seguridad vial.
Una vez concluidas las diligencias, han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís. El acusado podría ser condenado a entre seis meses y dos años por conducción temeraria, además de entre uno y seis años de privación de la conducción de vehículos a motor. Además y por el delito de negarse a las pruebas de alcoholemia y drogas, podría sumar a su condena entre uno y cuatro años.
