7 planes para disfrutar de la Semana Santa en Ribadesella

La atalaya Ribadesella
photo_camera La atalaya de Ribadesella

Disfrutar de la Semana Santa en Ribadesella es un plan ideal tanto para turistas como, incluso, para vecinos de otros concejos de Asturias. Su excepcional riqueza paisajística, gastronómica y deportiva de esta localidad hace que sea un destino de lo más entretenido, especialmente en esta época del año. 

Por eso, te proponemos 7 planes para hacer en Ribadesella en Semana Santa y disfrutar al máximo de este concejo.

1. Visita a la Cueva de Tito Bustillo

Mapa de la Cueva de Tito Bustillo
Mapa de la Cueva de Tito Bustillo

A tan solo 1 kilómetro del pueblo riosellano, se encuentra el que es considerado uno de los conjuntos rupestres emblemáticos no solo de Asturias sino a nivel nacional. Estas cuevas reúnen una enorme carga artística e histórica. Su origen se remonta a la época paleolítica y su importancia pictórica y rupestre la elevaron a la categoría de Patrimonio de la Humanidad en 2008.

Con seis áreas de exposición, enfocadas a que el visitante descubra datos y detalles relevantes acerca  de las pinturas más emblemáticas, la vida y cotidianeidad de sus habitantes y hasta información relacionada con la geología del propio macizo en el que se sitúan las cuevas, ponen de manifiesto que es una experiencia educativa y pedagógica, perfecta para cualquier tipo de público.

Cómo visitar las cuevas de Tito Bustillo

Dentro del centro rupestre existen varias posibilidades y combinaciones de visita. En primer lugar, se puede optar por conocer el centro de arte rupestre. El público que escoja esta opción puede hacerlo de manera individual o en grupo y a su vez, ambas opciones se pueden realizar por libre, con audioguía y con visita guiada. La duración aproximada de esta actividad es de 45 minutos y el horario que se tomará de referencia será el del 1 de febrero al 30 de junio con una apertura, exclusivamente, de miércoles a domingo a las 9:45h. 

A modo de información extra, se puede destacar que las visitas en grupos ofrecen, también, la oportunidad de adaptarse a personas con necesidades especiales, discapacidad intelectual, auditiva y en caso de que los participantes no dominen el español, tendrán la oportunidad de recibir información en inglés y francés.

Las tarifas generales serán de 5,45 euros y la reducida de 3,29 euros (para grupos de más de 20 personas, niños de 4 a 11 años, mayores de 65 años, familia numerosa y muchas más).

Por otro lado, está la opción de visitar la propia cueva de Tito Bustillo, con un aforo que no podrá superar las 15 personas y un horario de lo más variado y accesible: de miércoles a domingo de 10:15h a 17h. El tiempo estimado que conlleva visitar el conjunto rupestre ronda la hora y la edad mínima para poder entrar es 7 años. Por otro lado, el coste de la entrada será de 4,14 euros, pero con opción de descuento a grupos de más de 20 personas, niños de 7 a 11 años, mayores de 65, personas que dispongan de carnet joven, universitario o de familia numerosa, que podrán abonar 2,12 euros por entrar. Aun así, hay una oportunidad de que la entrada sea gratuita si vamos el miércoles.

Por último, existe la posibilidad de adentrarse en la cueva de Ardines, sin coste adicional con la entrada al centro de arte rupestre, con visitas limitadas de 30 personas. Para poder conocerla hace falta reservar el pase de 11:45h o 16:15h, cualquier día de miércoles a domingo.

2. Visita a la ermita de la Virgen de Guía

Ermita de la Virgen de Guía.
Turismo Ribadesella
Ermita de la Virgen de Guía. Turismo Ribadesella

Acudir a una pequeña capilla o santuario, puede ser una experiencia de lo más enriquecedora tanto para aquellos que vivan su fe durante una de las épocas más espirituales del año, como los que disfruten de las maravillas de la historia arquitectónica y natural asturiana.

Esta ermita se encuentra a tan solo unos metros de un mirador que ofrece unas fantásticas vistas a la costa cantábrica y al propio pueblo de Ribadesella. Además, se encuentra a medio kilómetro de distancia del parque del Malecón y la playa de Santa Marina. Si bien es cierto que esta construcción arquitectónica experimentó reformas a finales del siglo XIX, su decoración de la fachada representa a la perfección el estilo artístico renacentista que la caracteriza.

Otra de las curiosidades que pueden apreciarse es la fortificación de defensa que se sitúa a tan solo unos metros de este santuario tan único y peculiar. En sus alrededores descubrimos tres cañones que fueron lanzados al mar por los franceses en la popular guerra de la Independencia, pero que  fueron restablecidos a finales del siglo XX, concretamente en 1999.

Tras estas pinceladas acerca de su atractiva historia, se puede destacar el símbolo que representa la propia Virgen de Guía: la actividad marinera. Como patrona de los marineros, es un auténtico icono para los navegantes, pescadores y emigrantes para los que el mar era parte de su vida e identidad. Los atardeceres, la verde explanada que la rodea y la relevancia que contiene para la cultura y arquitectura de Ribadesella convierten a esta ermita en un destino idílico para pasar una agradable tarde de Semana Santa.

3. Carrera de caballos en la playa de Santa Marina, uno de los planes imprescindibles de Ribadesella en Semana Santa

carrera caballos playa ribadesella
Carrera caballos playa de Ribadesella

La playa de Santa Marina se transforma en un auténtico hipódromo que, año tras año, congrega a un nutrido público. Caballos, jinetes, riosellanos y visitantes se reúnen en un evento ecuestre de lo más popular para celebrar la Semana Santa. Esta actividad es un momento de ocio, disfrute y deporte que permite apreciar la belleza y velocidad de estos animales tan sorprendentes en una localización de lo más privilegiada: la playa de Santa Marina. Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2012, este 2024 llega la XXXIII edición.

Este año, todas las carreras se concentrarán en el Viernes Santo, 29 de marzo, a partir de las 11:30h. Competirán caballos de Pura Raza Árabe y Mixtos, Pura Sangre Inglés y Cruzados. Las carreras se dividen en cuatro categorías, con una primera dividida en serie A y serie B de 1.500 metros y 2.200 metros respectivamente y tres categorías restantes de 1.500 metros.

Si te preguntas si existe algún tipo de requisito en la carrera, la respuesta es sí: el peso del jinete y los elementos no puede ser inferior a 70 kilogramos. Respecto a los trofeos, el primer clasificado disfrutará de un premio de 600 euros aproximadamente y unos 75 euros irán destinados al quinto clasificado.

Este puede ser un plan entretenido para disfrutar de las maravillas de un evento ecuestre a las orillas del mar, en plena localidad riosellana, que se puede realizar en familia, con niños o acompañado de pareja y amigos.

4. Desfiladero de Entrepeñes y playa de Vega

Cogiendo la carretera N-632 dirección Gijón a la salida de Ribadesella, nos dirigimos a un Monumento Nacional de Asturias. A 6 kilómetros, se coge el desvío hacia la derecha que conduce directamente a la emblemática playa de Vega, donde encontramos el asombroso desfiladero de Entrepeñes, originado por el arroyo del Acebo y moldeado por  la erosión del mar.

Este espacio no deja indiferente a nadie que tenga la fortuna de visitarlo. A sus espaldas, una agradable área recreativa llena de bancos, mesas y un amplio terreno repleto de vegetación y color verde, puede ser un momento idóneo para un momento de descanso y desconexión antes o después de visitar los encantos y secretos que alberga este fenómeno natural.

Una gran riqueza de flora y fauna convergen en esta zona caracterizada por un sistema de dunas junto a la playa de Vega, formaciones geológicas únicas y peculiares y yacimientos paleontológicos que datan de la época jurásica. Para recorrer este imponente desfiladero, el esfuerzo es mínimo ya que su longitud apenas alcanza los 500 metros. 

La playa de Vega también puede ser una opción atractiva para visitar, ya que además de su relativa cercanía al desfiladero, está considerada como uno de los arenales más llamativos y silvestres de la región asturiana, además de ser catalogada como Punto de Interés Geológico por el Instituto Geológico y Minero de España. Además, se encuentra a tan solo dos kilómetros de la Torre Medieval de Leces y del campo de golf de la Rasa de Berbes.

En definitiva, ¿por qué visitar  el desfiladero de Entrepeñes?  Puede ser un plan apetecible, cómodo e interesante para hacer en familia, acompañado de niños o de forma individual debido al atractivo geológico y biológico que se puede encontrar con el hecho recorrer tan solo 10 kilómetros desde la capital riosellana.

5. Visita al pueblo de Cuevas del Agua (Junco)

Entrada a Cuevas del Agua
Entrada a Cuevas del Agua.
 

¿Un pueblo al que solo se puede acceder por una cueva? Para entrar a Cuevas del Agua solo existe una opción: atravesar una gruta de unos 300 metros. Así es, pero no hay de qué preocuparse porque la carretera se encuentra en perfecto estado de iluminación y asfaltado. 

Localizada en la parroquia de Junco, a unos 8 kilómetros de Ribadesella, este pueblo con encanto tiene una peculiaridad y es que en su acceso encontrarás una caverna de casi medio kilómetro de longitud que hace que Cuevas del Agua se considere como uno de los pueblos más sorprendentes y curiosos de Asturias.

La cueva que hay que atravesar se puede recorrer a pie, en coche y sus perfectas condiciones materiales hacen que no suponga ningún problema para acudir con niños o personas mayores. En el trayecto se pueden observar estalagmitas, estalactitas y coladas de todo tipo.

A tan solo 15 minutos en coche de la capital riosellana, este pueblo de apenas 100 habitantes cuenta con una gran variedad de planes para hacer tanto en sus inmediaciones como en su interior. Entre ellos, se encuentra la Ruta de los Molinos, para aquellos que disfruten de una buena experiencia de senderismo y quieran apreciar las estructuras hidráulicas más importantes de la zona. Dentro del propio pueblo, se pueden apreciar hórreos de tamaños y formas distintas, que dejan ver la riqueza cultural e identitaria de Cuevas del Agua.

6. Visita a los acantilados del Infierno, un plan imprescindible en Ribadesella en Semana Santa

Acantilados del Infierno
Acantilados del Infierno.

Una ruta imprescindible para aquellos amantes del mar y la montaña, que disfrutan de las buenas vistas, la costa y el senderismo. El punto de partida será el área recreativa del Infierno, a tan solo 3 kilómetros de Ribadesella. Como primera opción antes de comenzar el trayecto, puede avistar los acantilados de Arra, para, a continuación, seguir por el litoral hasta llegar a la desembocadura del río Guadamía. En esta área, se puede disfrutar de las maravillas de los bufones de Pría o la belleza de la zona de Infiesto.

Más adelante, podremos llegar a Toriello, pasando por la ermita de San Martín, hasta llegar al área recreativa inicial. Esta ruta es una gran oportunidad para descubrir los encantos que alberga la naturaleza asturiana: el poder de las olas, la fauna en libertad, los imponentes fenómenos geológicos que se forman gracias a la erosión y la inmensidad del mar hacen de estos acantilados un plan asombroso para un día de Semana Santa.

Por último, cabe destacar la atención y el cuidado que hay que prestar en caso de hacer esta visita con niños. Al fin y al cabo, son zonas de gran altura (especialmente los acantilados) y aunque el camino esté en buenas condiciones y correctamente señalizado, nunca está de más tener cautela en este tipo de lugares.

Este aviso puede servir, también, para personas con miedo a las alturas, mayores o con movilidad reducida.

7. Yacimiento de Tereñes, otro fundamental si visitas Ribadesella en Semana Santa

Yacimiento de Tereñes.
Ayuntamiento de Ribadesella
Yacimiento de Tereñes. Ayuntamiento de Ribadesella.
 

Conocido por ser uno de los yacimientos de huellas de dinosaurios más importantes de Asturias y de España. Para llegar desde Ribadesella, sencillamente se tomará como referencia la carretera que conduce hasta la playa de Santa Marina durante un kilómetro. En la bifurcación, se escogerá el camino de la izquierda, donde se localiza un cartel que indica la dirección a tomar para llegar al yacimiento, que consiste en una pequeña cuesta de menos de 200 metros. Desde aquí, tomando un leve giro a la derecha se llega a los acantilados de Tereñes.

Avistar las huellas no es tarea difícil y es que las pisadas de estos reptiles gigantes se remontan a la época jurásica. Icnitas de todo tipo de dinosaurios: bípedos, tridáctilos y cuadrúpedos, que se separan en rastros señalizados de forma que el que visite el yacimiento pueda transportarse al pasado (una actividad ideal para los más pequeños de la casa).

Además, la importancia de este lugar no se reduce, simplemente, a su carga paleontológica e histórica, sino que además cuenta con un encanto natural y paisajístico digno de admirar. Por ello, aunque la temática de los dinosaurios no sea la preferida ni suscita el interés de alguno de sus visitantes, no hay problema, ya que el entorno, las vistas, y la atmósfera que se respira en este lugar va más allá de las huellas de los dinosaurios.