El incremento de la afluencia de turistas y de actividades en espacios abiertos es sinónimo de verano en Asturias. Una razón de peso para que el Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) haga un llamamiento a la prudencia para evitar riesgos innecesarios y accidentes en cualquiera de las actividades recreativas propias de esta época del año. Si bien podríamos pensar que solo playa y montaña son las principales amenazas para nuestra integridad, el Sepa ha recordado que también debemos ser prudentes en ríos, piscinas, embalses y lagos.
El llamamiento del Sepa es fruto de de los datos de la pasada temporada turística. Entre el 1 de junio y el 31 de agosto de 2022, este servicio de emergencia registró el número más alto de salidas para auxiliar de los últimos años: además de 132 operaciones del grupo de rescate, la tasa más elevada de los últimos registros; también realizaron 87 intervenciones de salvamento de personas a bordo del helicóptero mediatizado de Bomberos de Asturias. Un número que supone en récord de los últimos seis años.
Precisamente y con vistas a evitar que el verano nos pase factura, el Sepa lanza recomendaciones específicas para dos de los entornos habituales de sus intervenciones: la montaña y la playa.
Consejos del Sepa para la montaña
Dada la orografía del terreno en Asturias especialmente en la zona de Picos de Europa, el territorio se presta a un buen número de actividades al aire libre de mayor y menor grado de riesgo. Desde el senderismo a la escalada pasando por el rápela o el barranquismo, es fundamental que no perdamos de vista en ningún momento la peligrosidad específica de la actividad que realizamos.
Además de aplicar el sentido común, el Sepa considera necesario contar con ciertas recomendaciones fundamentales como planificar la ruta y adecuarla a nuestro estado físico, conocer la meteorología, llevar el móvil con la carga completa además de baterías auxiliares y tanto ropa como calzado adecuado a la época del año y la actividad; o portar agua, comida, un mapa o GPS además de un pequeño botiquín. Además y fundamental es informar a familiares o amigos de nuestro plan y la hora estimada de vuelta.
Tan importante como esto es tener en cuenta otras consideraciones de la misma relevancia. Si salimos en grupo, es fundamental adecuar la ruta o la actividad a la persona de menor resistencia física. Si en el transcurso de la actividad la meteorología es adversa, es fundamental interrumpir la ruta e ir a un espacio seguro. Por último, recomendable evitar gastar energía y recursos para afrontar la vuelta con seguridad, y conocer la hora del ocaso para evitar accidentes derivados de caminar por el monte sin luz y ponernos en riesgo en laderas o pedreras.
Mantener la seguridad en la playa
Aunque solemos identificar la montaña como la actividad veraniega más peligrosa, la playa tampoco está exenta de riesgos. La pesca, el buceo, las actividades acuáticas o, simplemente, los saltos desde altura o en lugares desconocidos pueden provocar accidentes de importancia para nuestro organismo ya sea por una conducta imprudente o, también, por un cambio de las condiciones de la mar. Por eso siempre hay que tener en cuenta la previsión meteorológica, tanto si solo vamos a bañarnos como si tenemos en mente realizar alguna actividad.
En lo que respecta al baño, no solo hay que hacerlo siempre en zonas habilitadas sino que, además, es recomendable que sea en zonas vigiladas. Además es fundamental evitar entrar bruscamente en el agua, vigilar en todo momento a los niños pequeños y seguir siempre las indicaciones o avisos del personal de salvamento. Por último, también es recomendable conocer los horarios de las mareas tanto si vamos a pasear como si tenemos pensado pescar en acantilados.
Por último y ante cualquier emergencia, el Sepa invita a llamar al 112 para poder poner a disposición de la ciudadanía los recursos necesarios para la situación en cuestión.
