Los vecinos de Cabrales continuarán movilizándose para denunciar la falta de servicios públicos
No piden gran cosa: tan solo que se solucione la falta de servicios públicos en la zona rural. Los vecinos de Cabrales han optado por manifestar su malestar sobre la falta de recursos que se asignan al concejo mediante concentraciones en la puerta del colegio de Arenas de Cabrales. Y, lejos de ser un hecho puntual, continuarán haciéndolo -la próxima cita es la semana que viene- para reivindicar la falta de servicios tan básicos como el médico.
Con frases como «los pueblos necesitan servicios» o «mismos impuestos, mismos derechos», los cabraliegos tan solo muestran la punta del iceberg de lo que están viviendo por parte de la administración pública. Y es que, como ellos mismos enumeran, Cabrales carece de una atención sanitaria como la que corresponde a un concejo con sus habitantes comenzando por el pediatra, especialista del que el centro de salud no está dotado desde hace dos años. «Comenzamos con un día a la semana, pasó a un día cada 15, después un par de horas y ahora no viene nunca», cuenta en su comunicado Begoña Díaz, portavoz de las familias de Cabrales. «Los médicos de familia no siempre quieren atender a nuestros niños y tenemos que irnos con ellos a Llanes o Arriondas», continúa en su escrito, «hacemos viajes de 40 minutos de ida y otros 40 de vuelta más el gasto de gasolina, y eso contando con que la familia tenga disponibilidad y coche».
Más allá de este especialista, el centro de salud acapara gran parte de las quejas de estas familias. La marcha de la médica del centro de Carreña hace un mes se cubre con médicos de urgencias -«a los que estamos muy agradecidos pero que, al ser cada día uno, no pueden hacer seguimiento de los pacientes»-; la baja del médico de Arenas, que se cubre «con una doctora que viene tres días a la semana, algo insuficiente»; o el servicio de ambulancia que «por fin tenemos de 10h a 20h de lunes a viernes, ¿y si pasa algo fuera de ese horario?».
Nos volvemos a preguntar si por vivir en una zona rural no tenemos los mismos derechos a servicios básicos de calidad ya que pagamos los mismos impuestos que los habitantes de las urbes
El servicio médico no es la única queja de las familias de Cabrales, quienes también ponen el foco en la falta de transporte público y su mal funcionamiento -«los autobuses que tenemos, sin avisar y sin motivo, no pasan dejando a muchas personas esperando en las paradas de sus pueblos»-; además de la falta de agilidad en mejorar las infraestructuras del concejo, especialmente en lo que respecta a las mejoras del polideportivo. «Las obras del polideportivo se están demorando y, además, el curso ha empezado con otra obra de la escuelina de 0 a 3 por lo que los alumnos no tienen sitio para estar durante los recreos ni para las clases de educación física cuando llueve», denuncian las familias de Cabrales, «con el peligro que conllevan las planchas de acero del polideportivo sueltas que cuando sopla viento fuerte vuelve a desprender alguna».
El malestar es tal que las familias de Cabrales se cuestionan, incluso, la existencia de alguna deducción de impuestos o compensaciones por vivir en la zona rural. «Es fácil desde un despacho en Oviedo hablar de la repoblación de los pueblos pero la triste realidad es que se hace poco por llevar la cabo».