Brandon Alonso Álvarez compagina la infancia de cualquier niño con el motor. Una pasión que le llevó a subirse en un kart con 4 años y, otros tantos después, haberse convertido en Campeón de Campeones de la categoría Rookie en el Campeonato de Karting de Castilla y León. Un logro fruto de su propio esfuerzo pero, también, del respaldo de una familia que apuesta por él desde que le picara el gusanillo de la velocidad.
Que Brandon haya conseguido situarse en lo alto de la clasificación en la categoría Rookie del karting en Castilla y León con un 4º puesto tiene doble mérito. Por un lado, porque el kart con el que corrió la pasada temporada llevaba «el motor de una desbrozadora, por eso tenía que aprender muy bien las trazadas, para que el motor le respondiera», contaba a El Fielato su madre, Tatiana Álvarez.
Pero es que además, su triunfo es fruto de una disciplina extraordinaria en un niño tan pequeño. «Los fines de semana que vamos a entrenar en los circuitos, se levanta a la 6 de la mañana para hacer sus deberes y estudiar», dice Tatiana, «es muy buen estudiante y, además del kart, le interesa todo: va a clases de pintura, de inglés, de guitarra, juega al fútbol… a su día le faltan horas». «Además, el fin de semana de competición es súper riguroso», continuaba.
No se pueden llevar balones o bicicletas; los niños tienen que estar súper concentrados en correr
El esfuerzo de Brandon es, en realidad, el esfuerzo de toda una familia que invierte «todo lo que podemos y más», como nos dice su madre, para que su hijo corra; y ha llegado a comprarse una caravana para poder ir a entrenar y economizar el gasto que supone cada desplazamiento. «Ahora pasa de categoría y, lógicamente, hay más gastos», abundaba Tatiana, «pero sus miras están puestas en correr el Campeonato de España de Karting y, aunque formamos parte de la escudería 100% Kart de Benavente, para nosotros es importante encontrar patrocinadores para que Brandon pueda seguir corriendo y disfrutando porque es lo que más le gusta hacer en este mundo».
El dicho de “de casta le viene al galgo” se ajusta perfectamente en el caso de Brandon. Su pasión es herencia de su padre, Asier Alonso, quien participó en carreras de Slalom con un coche preparado por él mismo y, a día de hoy, ejerce de mecánico de su hijo tanto para solucionar incidencias como para ajustar su kart. «Brandon tiene la sensibilidad de saber que el kart se le va en una curva o que no va bien», nos cuenta su madre, Tatiana Alvarez, «a pesar de ser tan pequeño, tiene un dominio absoluto del vehículo. ¿Cómo no vamos a apoyar que siga corriendo hasta que él quiera?».
