El Colegio Público de Educación Infantil y Primaria Xentiquina Lieres-Solvay celebró esta mañana el fin de curso con un acto en el que participó el alcalde en funciones, Alberto Pajares, y que puso el broche final a un año muy especial, el del 40 aniversario del centro, construido sobre los escombros de una antigua fábrica ante la alta demanda generada por las familias que vivían en torno a la mina de Solvay. "A partir de mañana haremos memoria y valoraremos cómo seguir mejorando y creciendo con el alumnado y las familias unidas", señaló la directora, Inés Estrada.
Y es que el próximo curso supondrá un hito para el colegio, ya que después de más de una década, superará el centenar se matrículas. "Esto supondrá que dejaremos de tener aulas mixtas y pasaremos a ser un centro con unidades puras completas, estamos muy contentos, significa que la apuesta por la escuela rural está funcionando; es gracias también a las familias y a todo el pueblo", destacó Estrada. La directora añadió que "tratamos de que el colegio no sea sólo un edificio, que salga al pueblo, y hacer efectivo nuestro lema, calidad educativa con calidez humana".
Durante el acto de clausura, en el que participaron las familias, tanto profesorado como alumnado recibieron unas pulseras conmemorativas del colegio. Este curso, trece niños finalizaron su etapa en Educación Infantil y ocho, la de Primaria. No faltaron las canciones y los bailes y también un pincheo.
