Medio centenar de vecinos de la zona de Severies, en Llanera, se reunieron en el ayuntamiento con Marcos Óscar Martínez, concejal de Seguridad Ciudadana y con Miguel Álvarez, jefe de la policía local, para intentar encontrar una solución que lleve a frenar la ola de robos que los vecinos están sufriendo en sus casas desde hace unos meses.
El salón de plenos del ayuntamiento se quedó pequeño para acoger sus testimonios. Algunos de ellos los han sufrido dos y hasta tres veces, otros se los han encontrado en su casa, cara a cara y los más han sufrido hurtos los fines de semana, preferentemente de noche: « es más el susto y el desaguisado que te arman que el valor de lo que se llevan» aseguraba uno de los vecinos, víctima de los cacos.
Pequeñas herramientas, maquinaria, utensilios que puedan sustraer con con rapidez y deshacerse de ellos sin muchas dificultades: «no creo que lo vendan por aquí. Seguro que lo hacen fuera de Asturias, en León o Santander. Son de la zona: saben cuándo pueden actuar y lo que pueden llevarse».
Llanera tiene un déficit de agentes del orden enorme. Hay siete agentes de la Policía municipal para todo el concejo, que finalizan su trabajo a las 9 de la noche. La situación con la Guardia Civil no es mejor ya que Llanera pertenece a la comandancia de Avilés, con lo que los agentes pueden estar en cualquier punto de su jurisdicción y suelen llegar tarde a los requerimientos de los vecinos.
El concejal de seguridad ciudadana y el jefe de la Policía local escucharon y tomaron nota de la información recibida. Se comprometieron a intensificar controles y vigilancia y pidieron la ayuda de los vecinos para acabar con el problema lo antes posible: «la colaboración ciudadana es vital para poder atajar el problema lo antes posible. Su colaboración conjunta con la Policía municipal y la Guardia Civil es importantísima para nosotros» aseguró Marcos Óscar Martínez, concejal de Seguridad Ciudadana.
Otro de los temas tratados en la reunión fue el asunto del excesivo tráfico en la zona, en la que no se respetan los límites de velocidad y donde algunos de los badenes disuasorios están semi arrancados. También se ha denunciado presencia de vehículos que aprovechan la zona para realizar tipos de conducción peligrosas para la seguridad vial y de los viandantes.
