Después de ocho meses mencionando la fiesta en esta columna, esta semana, tengo la obligación de escribir sobre el éxito de las verbenas de jueves y viernes. Se recuperó el ambiente festivo y se pudo ver a cientos de riosellanos y veraneantes disfrutando de las noches.
El día grande, en el desfile de Arriondas, Ribadesella tuvo su protagonismo como en los buenos tiempos, cuando lideraba el tambor de Manolo Prado (Manolo el de Obras Públicas).
El ambiente festivo y sano estuvo presente en nuestras calles. La imagen del paseo Princesa Leticia lleno de piraguas, gaiteros y charangas es el que tiene que ser. La entrega de premios fue la mejor que yo recuerdo y, por si esto fuera poco, los triunfadores en K1 y K2 fueron de aquí; no se puede pedir mas. Ahora toca analizar los fallos para que sean subsanados de cara a las próximas ediciones. La fiesta de las piraguas va por buen camino. ACTOS VANDÁLICOS, CERO
LIMPIEZA
La playa de la Atalaya sigue considerada de categoría inferior. Durante toda la temporada tienen que limpiarla los usuarios; solamente se limpió por el botellón de piraguas, pero la limpieza diaria y el salvavidas siguen sin aparecer. En el Ayuntamiento dicen que es competencia del Principado-que dios nos coja confesados-. Es lamentable la imagen que ofreció durante todo el verano una playa tan bonita y en el centro de la Villa. Por cierto, una Villa que no puede estar mas limpia
