LUGONES

Lugones bendice a sus mascotas por San Antón

Los pequeños de la parroquia pudieron acudir a la misa de catecismo acompañados por sus mascotas
La bendición se tuvo que realizar en el templo.

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Lugones celebró San Antón

 

Los hermanos Pelayo y Daniela Rodríguez, de 5 y 8 años respectivamente, junto a su abuelo, Juan Manuel Rodríguez, acudieron con su tortuga (que lleva más de 45 años con ellos en la familia) a la bendición de San Antón, que se celebró en Lugones. Daniela fue la encargada de llevarla y esperar el turno, en la fila. «Es una tortuga autóctona –de Salamanca– y la tenemos desde hace más de 45 años» señaló el abuelo. A pesar de llevar tantos años con ellos, no tiene nombre, aunque al benjamín de la casa no le importaría que se llamase como él.  

Los vecinos esperan la bendición de sus animales.

La iglesia de Lugones se convirtió, hoy domingo, en un pequeño arca de Noé durante la celebración de San Antón. Los perros y los gatos, las mascotas más comunes, compartieron protagonismo con  caracoles, conejos, l peces o  pájaros.

A la misa de catecismo, a las once de la mañana, los niños también pudieron acudir con sus mascotas. Leire González fue una de las jóvenes lugonesas que fue acompañado de su perro, “Turbo”. A su lado, se sentó Óscar Álvarez, con una jaula en brazos, en la que dormitaba su hámster, “Bigotitas”.

Los hermanos Pelayo y Daniela Rodríguez con su tortuga, elmismo animal que tiene en casa Micaela Vega.

Durante la homilía, el párroco, Joaquín Serrano, animó «a respetar la naturaleza, una parte de la creación en la que se encuentran los animales y que es necesaria bendecir». También puso el acento en la importancia de los animales en la vida de las personas, «las mascotas, a veces, son la única familia que tienen y les dan lo que nos falta, un poco de cariño». Y finalizó su sermón defendiendo la adopción de los muchos animales que están esperando a ser recogidos, «la comercialización de los animales es una forma más de maltrato», aseguró. Al finalizar la misa, el párroco felicitó a los niños por lo bien que se portaron sus animales: «La iglesia también es su casa» y animó, tanto a pequeños como a mayores, «a cuidarles porque, como seres vivos que son, tienen sentimientos». Las inclemencias meteorológicas obligaron a que la la bendición se celebrase en el interior del templo.

La pequeña Leire con su perro Turbo.

Sara Rodríguez, tras acudir por primera vez con su caracol “Gary” el año pasado, volvió este año con un nuevo caracol,“Lucky”, que hace compañía a "Gary".

La pequeña Sara Martínez se estrenó este año en la bendición con sus agaponias "Pipa y Pepe" quienes, todas las mañanas, bien temprano, le animan el día con sus cantos.Con toda su familia de mascotas: seis perros y tres cachorros, también acudió Victoria García.

Sara Martínez participó por primer vez con sus agaponias Pipa y Pepe.

La nota divertida de la celebración la puso el lugonés -y amigo del sacerdote-, Alejandro Bobes, quien participó con una réplica de una vaca frisona. «Le dije -días antes le llamó por teléfono- que iba a llegar hasta el altar por San Antón y aquí estoy», señaló riéndose.

Joaquín Serrano posó con su amigo Alejandro Bobes y la réplica de una vaca frisona que metió hasta el altar.

José Prego, con Gramirín y David Santos con Noah, dos de los perros que participaron en la celebración 

La sacristana Rosi Menéndez fue la encargada de llevar a bendecir a uno de los gatos del cura de Lugones. 

Olaya Cobos llevó a su conejo Bugs Bunny.

Los perros fueron las mascotas más numerosas.