El buen tiempo fue noticia en las fiestas de la Virgen de la Cabeza de Meres. El sol presidió las cinco jornadas festivas en la localidad sierense, rompiendo así con la tradición lluviosa de esta celebración, una de las que cuenta con más devoción en el municipio.
El lunes, el día grande de la celebración, se pudo ver y vivir la muestra de fe a la que consideran la santina de la Cabeza, tal como señaló el vicario general de la zona Jorge Fernández Sangrador, quien ofició la celebración en el santuario el lunes al mediodía, seguidamente tenía lugar una multitudinaria procesión por las inmediaciones del prau.
La Banda de Gaitas Xiranda de Colloto abrió la marcha procesional mientras los devotos querían arrimar el hombro para portar la venerada imagen.
Tras la misa, comida en el prau de los muchos fieles a la celebración. Belén Jiménez reconoció que «es difícil decirlo con palabras, el lunes de la Cabeza hay que vivirlo». Y reconoce que «quien viene una vez, repite».
Este año la sociedad de festejos estrenó comida popular el sábado, cita que tuvo muy buena acogida. «Se vendieron cerca de 500 vales y la gente quiere que se continúe con ella», señala Avelino Fernández, El Rilu, él junto a su familia y los colaboradores de la celebración mantienen viva esta fiesta.
El martes la carpa de la romería se volvió a quedar pequeña para la jira campestre que se inauguró tras ala misa en e santuario en el que se impuso la medalla de la Virgen de la Cabeza a Filomena Baragaño.
