JOSÉ LUIS DÍAZ

Alternativas

Se puede desmontar con cifras toda una batería de alternativas a los recortes. Eso estoy leyendo.

La reducción de la economía sumergida a partir de la lucha contra el fraude y la creación de un nuevo tipo del Impuesto de Sociedades serían más que suficientes para alcanzar un déficit inferior al 3%. 

Un nuevo tipo impositivo en el Impuesto de Sociedades para beneficios a partir del millón de euros, que permitiría ingresar más de 63.300 millones adicionales cada año. Es la propuesta que los Técnicos del Ministerio de Hacienda ponen sobre la mesa, pues esa cantidad sería suficiente para reducir el déficit hasta un nivel inferior al 3%.

 Según esos mismos técnicos, la subida del IVA es “injusta” porque aumenta el esfuerzo fiscal de las familias frente a las empresas y es “regresiva” porque afecta más a los ciudadanos con bajos ingresos -pensionistas y “mileuristas”- que a los que disponen de más recursos: mientras los primeros dedican sus ingresos íntegramente al consumo -sujeto al IVA-, los segundos además de consumir tienen posibilidad de ahorrar, capítulo sobre el que no se aplica este impuesto.

Esos mismos Técnicos consideran que el mayor potencial recaudatorio se encuentra en la lucha contra el fraude, ya que sólo reduciendo en diez puntos la tasa de economía sumergida (hasta situarla al nivel europeo) se obtendrían más de 38.500 millones de euros cada año, casi cuatro veces más que con una subida de dos puntos en el IVA. No digamos ya si ponemos fin a los paraísos fiscales, a los que acuden todos: desde la bancada progre a la bancada de tradición sospechosa.

La desigualdad no es que haya aumentado con la crisis, que por supuesto no cabe duda, es que la crisis se ideó para generar la desigualdad y justificarla al mismo tiempo. La crisis es la revolución de las clases adineradas, las pudientes, para, sin el menor pudor, destruir y mandar a mejor vida todos los logros históricos que las clases pobres, las bajas, habían conseguido a lo largo de siglos. Todo esto no es una conclusión mía. 

 

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