FRAN ROZADA

De procesión por la comarca

Estamos en plena Semana Santa -semana mayor aún la llaman algunos- y nuestra comarca oriental, la de los Picos de Europa, entra de lleno en unos días de asueto para muchos y de inicio de temporada turística para otros. Dicen que será una semana con más movimiento y ánimo que la del año pasado; cierto es que el tiempo es muy determinante para que así ocurra y -esta vez- parece que ayudará.
En estos tiempos de desafección general por el tema religioso y su mundo, no deja de ser curioso el fenómeno que se observa en las parroquias de la comarca desde hace algunos años.
Siempre Villaviciosa ostentará con orgullo el dar vida a la mejor Semana Santa, no sólo del oriente asturiano, sino de todo el Principado. Y es que casi tres siglos y medio han pasado desde que se fundara su primera cofradía penitencial. Observar la dedicación y entrega con la que sus vecinos organizan y participan en las siete procesiones de esta semana, es todo un ejemplo de buen hacer participativo. Ha tenido Villaviciosa que esperar inmerecidamente demasiados años para que -hace tan sólo unos días- su Semana Santa fuese declarada fiesta de interés turístico regional.
Lejos de languidecer, estas celebraciones públicas van a más en nuestros pueblos y villas. De manera destacada, las parroquias de Llanes y Ribadesella mantienen también un muy alto interés en preservar esta tradición de los desfiles procesionales, muy notables en ambas villas. Un grupo de entusiastas piloñeses pusieron en marcha, en la pasada Semana Santa, una espectacular recreación de la pasión y muerte de Cristo que -todo indica- se superará ampliamente con la nueva puesta en escena del próximo viernes, donde dos centenares de personas reproducirán en Infiesto los citados pasajes. En el caso de Cangas de Onís también ha habido un llamativo auge de estas celebraciones y, la procesión del Viernes Santo del pasado año -con numerosos “pasos” recorriendo las dos principales calles de la ciudad- fue emotiva y espectacular. Una procesión -incluso para el no creyente- no deja de ser una oportunidad para observar un rito tradicional y -en muchos casos- esa contemplación de las procesiones en las calles de España provoca todo un placer estético. Para el creyente será, además, una forma de manifestar públicamente su fe.
En cuanto a villas destacadas por su número de habitantes en la comarca, sólo Arriondas quedó “descolgada” de estas manifestaciones públicas, puesto que -en estas fechas- participó en su última procesión un Viernes Santo de hace treinta y cinco primaveras. A lo largo del año, en la capital parraguesa se celebraban hasta ocho procesiones, siendo la Fiesta Sacramental y Santa Rita las más destacadas y concurridas. Desde 1980 hasta hoy ni una sola procesión ha vuelto a recorrer sus calles…
  En resumen, que esta semana la comarca en general está de procesión. Cierto que hay también otras “procesiones”, en este caso profanas, como las originadas por las caravanas de coches;  las de las primeras canoas surcando nuestros ríos, o -sencillamente- las de turistas y vecinos paseando por cualquiera de sus múltiples y bellos lugares.

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