JOSÉ LUIS DÍAZ

El Carnaval de Ribadesella

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En Ribadesella basta con que nos juntemos dos para que surjan tres opiniones. Fijémonos: de las elecciones municipales sale una mayoría absoluta que se dilapida en una semana. Y ahora tal vez resulte que el grupo de no adscritos aumente. Preguntémonos todos quién será la portavoz. Es entrañable.

En Ribadesella no tenemos claro qué se debe hacer con una fiesta catalogada de Interés Turístico Internacional, única en Asturias. Cada año las ideas van cambiando: Los campos de Oba como lugar de acampada oficial, como lugar de encuentro y hermanamiento (ese lugar debe mejorar su entorno, su espacio debe ser recuperado, porque allí cabemos todos); una senda que una Ribadesella y los propios Campos; una semana de Piraguas acorde a lo que vamos queriendo…. Son algunas ideas.

Pero es que tampoco sabemos qué hacer con las fiestas locales. De Sta. Marina hay riosellanos que no sabemos cuándo se celebra porque su fecha cambia cada año y se anuncia con la misma pasión que se pone un se busca en una de vaqueros.

Ahora le toca el turno a Los Carnavales, fiesta local desde hace décadas con su arraigo y su peculiar visión riosellana de la que ya nos hablaran ilustres cronistas del municipio.  Soy de los que pienso que la mejor manera de mantener una tradición, en este caso una fiesta, es volviendo a sus orígenes. Pues si se quiere mantener ese espíritu carnavalesco en Ribadesella, como única fiesta local en la comarca del Oriente, debemos potenciarla buscando fórmulas que hagan posible la participación de antaño, la vinculación de antes, el entusiasmo de siempre; todo lo cual se está perdiendo.

Lo que no se puede hacer es mantener Carnaval como fiesta local pero sin Carnaval. ¿Alguien se imagina que se mantenga S. Juan como fiesta local y no haya foguera, o que el día de los reyes magos no haya cabalgata? ¿Alguien nos puede decir a los riosellanos qué celebraremos este año en la fiesta local de Carnaval? Las fiestas son patrimonio de todos porque en ellas están las tripas y la piel de cada riosellano desde siempre, porque son el elemento cultural único de cada pueblo. Las fiestas no son propiedad de un Ayuntamiento, ni de un Pleno ni de una alcaldesa, para decidir que se mantenga como fiesta local una fiesta que no se va a celebrar.

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