BORJA

Etelvino González hijo Predilecto de Villaviciosa

Prestome su más que merecido nombramiento y como no fui invitado, escribo en base a lo que leí y me interesé.

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Homenaje a Etelvino González en Villaviciosa

 

Escribir de Etelvino en La Villa es asumir crítica segura. Pero, como me decían hace décadas los grandes periodistas José María García y Manolo Sarmiento -(y mira que se llevaban a matar)-, “Borjina, si no concitas y generas indiferencia, no llegarás a nada en esta preciosa profesión”.

Opino igual que el presidente de Asturias, Javier Fernández, que no acudió al acto, pero le aconsejó al galardonado   “nunca digas que no me mereces un premio”. Corcho, si se lo dan por algo será;  esa humildad, condición inherente a todo ser humano, es la virtud de los tontos. Hace que los discursos siempre suelan empezar por “este inmerecido premio; no soy digno de esta distinción”. De eso nada, el señor Etelvino González tiene más que merecidos méritos para ostentar tan digna distinción.

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Etelvino rodeado durante el homenaje que se celebró en el Restaurante Amandi de Villaviciosa.

Creo recordar que hablé una sola vez con él, de la mano de su sobrino, el ex director de la Caja de Ahorros en la zona Oriente, allá por los noventa del pasado siglo. Me pareció un hombre sensato, muy culto y sencillo. El sobrino, Ramón González Zapico no aprendió ni aprenderá nunca a tener los méritos de su tío. En mi vida profesional no recuerdo a nadie tan mezquino y mala gente como el ciclista y socialista Zapico. En aquel entonces la condición de socialista daba muchos puntos en Cajasturias. Qué tipo. Cada año intentaba reírse de mi en su amplio y “poderoso” despacho de la Dirección de la Caja de Ahorros de Asturias, a la que hoy, seguramente gracias a él y otros muchos de su condición, no le queda ni el nombre. 

Me centro en su tío, homenajeado en La Villa, por fin en manos de un alcalde socialista que consiguió que a golpe de un clic puedas ver las cuentas claras del Ayuntamiento, eso que llaman transparencia. Y lo más importante: es referente cultural en la Comarca, no solo de La Sidra, en muchos kilómetros a la rodeada. Y está haciendo un Museo de La Semana Santa, a pesar que la derechona reinante en La Villa decía que un socialista siempre era inculto y poco de la iglesia. Vamos, como si tuviera cuernos, rabo y fuera un demonio. Ya.

Glosó la figura de Etelvino, el gran periodista Evaristo Arce, que entre otras cosas dijo algo que me llegó al alma: “fue Dominico, padre por amor y es socialista por convencimiento”.

Prestome su más que merecido nombramiento y como no fui invitado, escribo en base a lo que leí y me interesé.

Cubera es una Asociación Cultural de La Villa que le ronca el mango y en la que Etelvino tiene mucho que ver. Hoy dirigida por mi amigo Ángel Valle, un fenómeno en todo lo que se ponga por delante. Por ejemplo, hacer andar este SU periódico en los complicados inicios en esta Villaviciosa que  yo llamaba en aquel entonces  La Isla Bonita, en clara alusión a su malísima comunicación con el centro de la región.

Mi más sincera felicitación a don Etelvino González, y a los del Ayuntamiento, -si lo creen conveniente,- un mail con invitaciones diversas es agradable. A la “canallesca”, mejor alejada, dirá Alejandro Vega Riego, a quien hace tres años que no veo, no por mi culpa. Me valora bien poco. No me extraña. Debo concitar mucho y no dejo a nadie indiferente al cantar las verdades del barquero. Por eso me va tan bien. Un saludo para el primer mandatario Socialista de La Villa.

 

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