Opinión

La Universidad se olvida de Gaza

Una excelente exclusiva del diario digital Nortes difundía hace unas semanas la existencia de un acuerdo entre la Universidad de Oviedo y una empresa israelí que tiene vínculos con la industria militar y, con toda lógica, ha levantado toda una serie de reacciones adversas en la sociedad asturiana, que ha obligado al rector al menos a investigar qué es lo que ha pasado.

El convento con la Universidad pone en peligro el carácter pacifista de la institución docente y su misión de preservar el aspecto dialogante y de intercambio de posiciones científicas que hacen posible que los objetivos que la ciudadanía les encomendó se cumplan.

Dicen los que saben de periodismo que ejercer este oficio supone publicar lo que los poderosos no quieren que publiques

Primeramente, los actuales dirigentes universitarios trataron de desmarcarse del eventual carácter militar del acuerdo, pero las protestas de los integrantes de la familia universitaria obligaron al rector a abrir un periodo de investigación sobre el asunto.

No es casual que este supuesto parón coincida con el proceso electoral que vive la universidad y el combate entre el actual titular, Ignacio Villaverde y un candidato de última hora que podría comerle la  tostada si no se esclarecen las circunstancias de este extraño convenio.

Que en pleno genocidio israelí hacia Palestina, la Universidad de Oviedo mantenga contactos con la industria militar sionista es, cuando menos, una falta de sensibilidad alucinante cuando no una mezcla de complicidad con los que quieren olvidar la existencia de Gaza y del derecho palestino a tener un territorio independiente.

La exclusiva de Nortes no fue seguida como debía por los dos medios tradicionales asturianos que estaban a lo suyo, es decir a la busca de publicidad para equilibrar cuentas y con los debates sobre aspectos económicos que les den fotos y rentabilidad.

Dicen los que saben de periodismo que ejercer este oficio supone publicar lo que los poderosos no quieren que publiques. Lo demás, son relaciones públicas. Pues queda claro, quién ha hecho periodismo