Alejandro Otero es el presidente de la Sociedad de Festejos de Cangas de Onís (SFC) desde finales de 2010 y, salvo cambio de última hora, él y su equipo abandonarán sus responsabilidades en el mes de septiembre. «Hace dos años que queremos dejarlo y dar paso a una nueva directiva y yo creo que este año va a ser el definitivo».
– Ya se despidieron ustedes hace un año y, aquí siguen.
– Nuestra intención era esa, dejar la Sociedad de Festejos en otras manos, en otra pandilla de amigos, que así fue como empezamos nosotros, pero no aparece nadie decidido. Sería una pena que una Sociedad sin deuda y que todos los años cierra el ejercicio en positivo no continuase. Nosotros estamos dispuestos a echar una mano a los que se pongan al frente, para ayudarles en lo que haga falta. Pero si nosotros damos el paso de dejarlo y no aparece nadie, la organización de las fiestas recaerá en el Ayuntamiento y los Ayuntamientos no están para estos menesteres.
– Del grupo que formaban ustedes cuando cogieron las riendas de la organización de San Antoniu quedan cinco personas, sólo un tercio. ¿Se pueden organizar unas buenas fiestas siendo pocos?
– Estas son las sextas fiestas de San Antoniu que organizamos y cada año han ido a más. Lleva tiempo, hay que trabajar desde el mes de octubre, cuando nos ponemos con el cestón de Navidad y ahora que somos menos personas pues nos multiplicamos. De todas formas ahora ya tenemos una inercia, no es como el primer año que nos tocó organizarlas.
– ¿Qué presupuesto tienen para este año?
– Nos movemos en el mismo, alrededor de los 60.000 euros.
– ¿Cuanto aporta el Ayuntamiento?
– La subvención del Ayuntamiento es de 22.000 euros. El resto sale de los socios del libro y de las diferentes actividades que organizamos, como el cestón del que hablábamos antes.
– Echando un vistazo al programa no se ve ninguna orquesta de las de relumbrón.
– Hay muy buenas orquestas, nosotros apostamos por innovar, por no traer siempre a los mismos. Las orquestas de este año son grandes orquestas. Hay orquestas, no vamos a dar nombres, que ya han venido otros años y que tienen un caché altísimo, o por lo menos es lo que nos piden a nosotros, aunque después toquen en concejos vecinos por mucho menos dinero. No podemos gastarnos casi un tercio del presupuesto en pagar una orquesta. Los fuegos cuestan 7.000 euros, el Día Infantil otros 4.000 euros..., hay que aquilatar muy bien el programa al presupuesto.
– En los fuegos del día de La Jira se anuncian novedades.
– Si hemos contratado a la Pirotecnia Pablo, de Cangas del Narcea, que seguro nos va a sorprender con un un espectáculo “piromusical”.
– ¿Cómo va la renovación de los socios?
– Poco a poco, a día de hoy [por el domingo pasado] deben de haber renovado en torno a los 800. Este es un asunto en el que no hemos conseguido lo que nos propusimos en un principio. Una Sociedad de fiestas como la de San Antoniu tiene que contar con 2.000 socios y esa cifra no la hemos logrado nunca. Envidiamos el compromiso que hay por parte de los socios y de los vecinos en otros colectivos como La Peruyal de Arriondas o los bandos llaniscos. Aquí no hay forma de conseguir ese compromiso.
– ¿Qué le pareció el pregón del sábado?
– A mí me gustó. Y el acto, pues ya ve como estaba aquello de público, hasta la bandera.
