La obra para renovar la entrada a Cangas de Onís por el Puente Romano está casi concluida. El proyecto, que se acometió con cargo a una subvención del Parque Nacional de los Picos de Europa ha supuesto la inversión de 84.000 euros. La principal actuación fue el ensanchado de la acera de la margen derecha del puente de la Nacional 625, que ahora tiene 4 metros.
Hoy se procedía a asfaltar el tablero del puente y la zona de la plazoleta del Puente Romano, en terrenos de Parres, donde se actuó para dar más amplitud a la curva. Ahora restan remates, pintar la calzada y colocar una bionda en la curva que, aseguró el redactor del proyecto, Juan José Tielve, «tiene que ser de las típicas de carretera, porque es la que manda la normativa».
Los vecinos de Prestín (Parres) confían que, aprovechando el pintado de lo que se asfaltó, se pinte también un paso de cebra en esta zona de Parres y se coloquen reductores de velocidad que, por las condiciones de la vía –se trata de una carretera Nacional– y el tráfico que soporta –8.202 vehículos diarios entre Arriondas y Cangas de Onís–, solo pueden ser de los que se habilitan con pintura y no los más disuasorios, conocidos como "mulos".
Acera recién terminada, de 4 metros de ancho.
Pues si que hay bordillo, pese a lo que se temían y apuntaban muchos agoreros.
Turistas, hoy, haciéndose fotos desde la nueva acera.
