Apenas a siete kilómetros de Cangas de Onís y tres de Covadonga, Telefónica Movistar niega la conexión a la red telefónica a una empresa de servicios ubicada en Llerices, en el municipio cangués. «Hemos pagado la cantidad que telefónica nos indicó cercana a los 300 euros en el mes de junio, pero a día de hoy seguimos sin teléfono, ni Internet en nuestra residencia a pesar de multitud de llamadas y posteriores engaños por parte de Telefónica».
Residencia Llerices –en la localidad del mismo nombre–, emplea a cuatro personas en la actualidad y cuando esté a pleno rendimiento puede llegar a diez puestos de trabajo si, Telefónica –entre otros– les permite cuanto antes tener el enganche a la red. «Nos dieron hasta el número de teléfono hace tiempo, pero tres meses después seguimos sin poder tener internet y todos los servicios relacionados con el mismo», aseguran.
