El pueblo de Giranes, en la parroquia de Graméu (Cabranes), continúa revitalizando la vida de la localidad con nuevas actividades.
Este año se recuperó la antigua “foguera” que se celebraba en Giranes el día antes de la fiesta del Rosario, conocida como La Corbatera de Graméu. La Junta Vecinal organizó una parrillada en la antigua escuela ahora rehabilitada. Es sólo el comienzo, pues ya planean otras actividades como un maguestu, según anunció Julian Huerta. En la parrillada se juntaron unas sesenta personas, entre las que se encontraba el párroco, Rubén Pulido, y el alcalde de Cabranes, Gerardo Fabían.
Los vecinos de la parroquia quisieron aprovechar la ocasión para reconocer la labor del exalcalde, Alejandro Vega, al que entregaron una placa conmemorativa. Durante los mandatos de Alejandro Vega, se arregló la carretera que atraviesa el pueblo y la de El Peralín-Giranes; se renovó todo el alumbrado público; se acondicionaron los caminos del núcleo y se rehabilitó la escuela, habilitando una vivienda social y un centro social en el bajo, adquiriendo también la finca colindante, que tras su acondicionamiento, con la ayuda de los vecinos, ahora sirve de espacio de parque y usos múltiples para el pueblo.
Precisamente, fueron los más pequeños del pueblo, que ahora disfrutan de ese nuevo espacio, quienes entregaron la placa al ex-alcalde. Al día siguiente, la celebración se trasladó a la iglesia parroquial de Graméu, donde se celebró otro año más, la recuperada festividad del Rosario, con misa cantada por el Cuarteto Torner, seguida de procesión y subasta de los ramos, rifas y una animada sesión vermut, donde destacó de nuevo la actuación de Luis Estrada y el Cuarteto Torner y el joven interprete de canción asturiana, Luis Castiello.
