El lugar de Asturias catalogado como una de las "siete maravillas naturales de España", según National Geographic

El medio de comunicación internacional ha recopilado en una lista los mejores paraísos naturales del territorio nacional
Picos de Europa.
Julio Herrera Menéndez
photo_camera Picos de Europa. Julio Herrera Menéndez

National Geographic, la popular y prestigiosa revista de viajes, historia, naturaleza y ciencia, ha elaborado una recopilación de las que considera “las siete maravillas naturales de España”. El medio de comunicación ha hecho un recorrido a través de las joyas del patrimonio natural que albergan las regiones del territorio nacional.

No es de extrañar, que con la amplia diversidad y riqueza que existe en la flora y fauna de España, National Geographic no haya tenido excesivo problema para elegir esas siete maravillas naturales y es que para sorpresa de nadie, Asturias ha entrado en esta lista con uno de sus paraísos naturales más conocidos y asombrosos.

Así es, la apuesta asturiana por parte de la revista internacional ha sido, nada más y nada menos, que los espectaculares Picos de Europa, un absoluto prodigio de la naturaleza, que reúne lo mejor de los paisajes naturales: montes, bosques, ríos, lagos, que llaman la atención a la vista y que harán que cualquier local o visitante se quede prendado con su belleza.

Adentrándonos un poco más en la descripción, geografía y etimología de estos picos, cabe resaltar que este lugar se trata de un macizo montañoso ubicado en la cordillera cantábrica. Aunque la mayor parte de los lugares de interés que se pueden encontrar en esta auténtica joya de la biosfera se encuentran en Asturias, hay que mencionar que los Picos de Europa ocupan parte de las comunidades de Cantabria y Castilla  y León, también.

Picos de Europa.
Mampiris
Picos de Europa. Mampiris

Otro de los datos que más sorprende de los Picos de Europa es su extrema cercanía al mar (15 kilómetros) combinada con la elevada altura de algunos de sus montes, que alcanzan, en muchos de los casos, casi los 3.000 metros de altitud. Una simbiosis que hace de esta reserva, una auténtico milagro natural, erigiéndose como una de las zonas de alta montaña más cercanas al litoral en toda Europa y hasta en el mundo.

Por otro lado, los Picos de Europa se presentan como uno de los parques naturales más visitados de España, siendo superado, únicamente, por el Parque Nacional del Teide en Tenerife (Islas Canarias). Además de sus elevados picos, es importante destacar la presencia de los imponentes Lagos de Covadonga (Enol y Ercina), que son de origen glaciar y se ubican en el macizo occidental de la propia cordillera. Podría subrayarse también, la presencia de un tercer lago, llamado Bricial, que únicamente tiene agua, cuando tiene lugar el deshielo.

La revista define este Parque Natural como una especie “de viaje del cielo al infierno”. Una bonita metáfora, en la que según National Geographic, podría decirse que el infierno corresponde a la parte superior de los picos, concretamente a las “cumbres escarpadas y crueles donde cualquier gota de agua es absorbida hasta las profundidades de la tierra”. En esta poética analogía, el medio de comunicación internacional atribuye el cielo a la parte baja, donde “la humedad que absorben las cimas chorrea por sus poros y se convierte en alguna de las gargantas más verdes y copiosas de la península”.

En estas comparaciones, se puede apreciar el respeto y la admiración de una de las revistas más populares, a nivel mundial, por el patrimonio asturiano. Además, continuando en la línea de elogiar y alabar la belleza de los Picos de Europa, National Geographic señala que “ascender alguna de las míticas canales de este macizo, siempre épicas y a veces despiadadas, supone transitar una variedad insospechada de ecosistemas”. 

Picos de Europa.
Julio Herrera Menéndez
Picos de Europa. Julio Herrera Menéndez

Para concluir sus apreciaciones acerca de este lugar asturiano, el medio de comunicación considera que “no hace falta sufrir para disfrutar de esta reserva”, afirmando que se puede cualquier visitante puede deleitarse dando un paseo entre entre los 2650 m de Torre de Cerredo y los escasos 300 metros de las partes más bajas del Cañón del Cares. “También podemos disfrutar de sus idílicas praderas de montaña”, añade la revista.

El resto de maravillas que completan esta lista

Para profundizar aún más en la lista de National Geographic, se pueden recalcar aquellas joyas naturales de España (además de los Picos de Europa) destacadas por la revista digital. Comenzando por Ordesa y Monte Perdido, en plenos Pirineos, concretamente en la Comunidad de Aragón, que el medio de comunicación internacional define como “la meca del alpinismo ibérico, que lo tiene todo y para todos”.

Más adelante, se resalta como otra de las maravillas naturales existentes en España, el volcán del Timanfaya, situado en Lanzarote (Islas Canarias). Algunas de las bonitas palabras dedicadas a esta joya de la naturaleza canaria por parte de National Geographic fueron: “Un parque nacional donde los sentidos te hacen dudar si es una buena idea adentrarse en él”. Además de señalar que el Timanfaya, en su proceso de enfriamiento, “resultó un catálogo inabarcable de formas caprichosas que transitan del negro al rojo”. Otras poéticas descripciones que dejan entrever la admiración de la revista hacia este lugar calificado como una maravilla natural.

A continuación, el medio de comunicación resalta en su lista Garajonay, en La Gomera, descritas como las “antípodas paisajísticas del Timanfaya y una reliquia terciaria con unas selvas bañadas por las nieblas”. Desplazándonos a las marismas del Guadalquivir, concretamente a las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla, encontramos el Parque Natural de Doñana, la otra localización que aparece en la lista: “Una misteriosa amalgama de marismas donde los atardeceres y los amaneceres se escriben con mayúsculas y su fragilidad sólo es superada por su delicadísima belleza”.

Ses Illetes, en Formentera es la sexta maravilla que entra en la lista de National Geographic, donde según la revista “una lengua de arena blanquísima se adentra en un mar zafiro”. Para concluir esta recopilación de las siete joyas naturales de España, cabe remarcar la belleza absoluta de El Flysch o acantilados de Zumaia de la costa guipuzcoana, que el medio de comunicación define como “una formación geológica provocada por una sedimentación rítmica, casi milagrosa”.

Una vez mencionados este conjunto de paraísos naturales señalados por National Geographic, es necesario regresar al orgullo regional que supone que un lugar asturiano pueda aparecer en las listas de una publicación de tanto calibre. Esto no hace más que recordar la necesidad de celebrar y elogiar el patrimonio de Asturias.