Ildefonso Rodríguez: «ante todo somos policías, garantes de la legalidad, una legalidad que aquí brilla por su ausencia»

El sindicato policial SIPLA pide la dimisión del alcalde de Siero, Ángel García

Desde el ayuntamiento han declinado hacer declaraciones
De izda a dcha, Javier Martín, Ildefonso Rodríguez y Félix Manuel Campiña
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El pulso iniciado hace unos años entre el sindicato policial SIPLA y el alcalde de Siero, Ángel García, continúa tras conocerse la sentencia del Juzgado de lo Penal nº2 de Oviedo por la que condena a 18 meses de prisión al jefe accidental de la Policía Municipal de Siero, Fidel Fernández, por vejar y humillar a un subordinado, una situación que, según el sindicato policial «conocían tanto el alcalde como el Técnico de prevención de riesgos laborales».

En la convocatoria del sindicato ante los medios comparecieron Ildefonso Rodríguez, secretario general del SIPLA y los delegados del sindicato en Siero Javier Martín y Félix Manuel Campiña, que hicieron una valoración de la sentencia y de la situación actual en la que se encuentra la Policía Municipal del concejo.

El alcalde de Siero participó y permitió el acoso sufrido por el denunciante y por otros mandos y agentes policiales

Entre las conclusiones, el sindicato apunta que «el alcalde de Siero participó y permitió el acoso sufrido por el denunciante y por otros mandos y agentes policiales al no hacer absolutamente nada, salvo mantener al ahora condenado, en su puesto, manifestando públicamente en varias ocasiones su total confianza en él e ignorando todas las denuncias formuladas por los funcionarios policiales contra el mismo. Queda evidenciado en la sentencia que, en los hechos por los que se condena al jefe de policía existe la participación del alcalde».

Cuestionados por la situación en la que se encuentra ahora el cuerpo a nivel de mando tras la sentencia, Javier Martín comentó que «según la Ley de coordinación del Principado y una sentencia emitida hace poco tiempo queda claro que el sustituto del jefe de la Policía local ha de ser el funcionario de mayor rango o categoría: en este caso, el mayor rango es el de subinspector, habiendo cuatro en el cuerpo. Pues bien: el alcalde de Siero lleva cuatro años dejando al frente de la Policía, realizando las sustituciones, a un funcionario de carrera con la categoría de agente, haciendo caso omiso a la ley. Hoy me comentan que, ignorando esa sentencia, vuelve a hacer lo mismo y, ahora mismo, está al cargo un funcionario de carrera con la categoría de agente».

Se tomarán las medidas legales tanto contra el señor alcalde como contra los funcionarios que están colaborando

«Los servicios jurídicos del sindicato tienen conocimiento de lo que está pasando por lo que se tomarán las medidas legales tanto contra el señor alcalde como contra los funcionarios que están colaborando. El alcalde sigue con la misma actitud y no tiene visos de cambio. Lamentablemente seguiremos tomando la vía judicial y como profesionales que somos seguiremos denunciando todos los hechos delictivos que nuestros servicios jurídicos estimen oportunos y que se siguen cometiendo en el ayuntamiento de Siero, en el seno de la Policía Local».

En un mundo tan jerarquizado como puede ser el de la Policía Municipal, sorprende que, habiendo cuatro subinspectores en el cuerpo sea un agente el que ostente el mando: “el problema que tiene el alcalde es que los cuatros subinspectores que tiene están afiliados al sindicato SIPLA, sindicato al que el alcalde tiene un odio atroz. Por su afiliación sindical, estos cuatro subinspectores están sufriendo una persecución por tierra, mar y aire, se les está degradando de una manera caprichosa y silenciosa, incluso permitiendo que agentes salten por encima de ellos».

Lo que está sucediendo aquí es surrealista. Esto no ocurre en ninguna parte del planeta

Ildefonso Rodríguez aseguró que no conocían ningún caso en España como el que estaban viviendo en Siero: «lo que está sucediendo aquí es surrealista. Esto no ocurre en ninguna parte del planeta». Abundando en la afirmación, el subinspector Félix Manuel Campiña relató, según su experiencia personal que «yo tengo una orden por escrito del jefe de la Policía local que ha sido condenado por la cual, todas las actividades que pueda realizar como policía fuera del ámbito de la sección de Urbanismo a la que yo estoy destinado, tengo que pedirle permiso antes de actuar, por ejemplo si hay un coche en doble fila o alguna persona está en apuros. Y, en ocasiones, ha sido hasta a un interino. Un subinspector, como yo, tengo que pedir permiso a un interino para intervenir. Esta es la realidad en Siero».

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