¿Quién no disfruta de un lugar que tenga buenas vistas para contemplar? Visitar miradores se está convirtiendo en un plan de lo más recurrente para hacer durante los días libres o de descanso y para la suerte de muchos Asturias alberga una gran variedad de atalayas o lugares con vistas privilegiadas para apreciar.
Acudir a algunos de los miradores del Oriente de Asturias con buena compañía, un picnic y algo para beber puede ser un plan de lo más entretenido mientras se observa un atardecer, el mar u otras joyas de la naturaleza.
1. Mirador del Fitu, uno de los miradores del Oriente más populares
También conocido como el Cazu, se trata de una plataforma metálica elevada sobre un paisaje lleno de montañas, mar y verdes praderas. En plena Sierra del Sueve, este mirador es uno de los destinos turísticos más demandados por sus visitantes y puede que albergue una de las mejores vistas que existen en el concejo de Caravia y, tal vez, en todo Asturias.
Para poder llegar a este emblemático lugar, será necesario tomar la carretera N-634, dirección Arriondas, cogiendo el desvío hacia Colunga por la AS-260. En este punto, la carretera irá convirtiéndose en un trayecto algo sinuoso hasta llegar a Alto de la Cruz de Llames, donde se ubica un estacionamiento para, a continuación, poder llegar al Fitu.
Para poder llegar, es necesario subir unas pocas escaleras que conducirán a la contemplación de un auténtico paraíso natural. Su inauguración se remonta a finales de los años 20, concretamente 1927, y su altura alcanza casi los 600 metros de altitud. En definitiva, es un punto panorámico del que se pueden apreciar además de la Reserva Natural del Sueve, el Parque Natural de Ponga y los Picos de Europa.
Por otro lado, la visión del Fitu no abarca, exclusivamente, parajes de montaña ya que también se pueden divisar núcleos urbanos como Lastres, Ribadesella, Colunga o Villaviciosa y zonas costeras como la Isla o Caravia.
Además de mirador, su interés está relacionado también con las rutas de montaña y de senderismo al servir como punto de partida de muchas de ellas. Entre las más destacadas, se encuentran la ruta del Picu Pienzu, con 1.149 metros de altura, que se trata de una de las cumbres con mayor altura y más cercana al mar de todo el planeta.
La visita a esta atalaya puede ser una oportunidad perfecta para hacer uso de nuestras cámaras de fotos, presumir de vistas en nuestras redes sociales, tomarse un momento de descanso y desconexión, hacer un picoteo y porque no hacer ejercicio, yoga o meditación.
2. Mirador de San Roque, un espectáculo para la vista
Se trata de uno de los más populares de la lista y no solo por su fascinante ubicación en la villa de Lastres, una de las localidades con más encanto y belleza del litoral asturiano, sino por su fácil acceso e impresionantes vistas. Tomando como referencia el propio pueblo de Lastres, será necesario ascender hasta el Barrio El Carmen y en la salida de la villa (en la parte más alta) se puede apreciar un área recreativa con una señalización que indica el camino a seguir para llegar al mirador. En este momento se bordeará la emblemática Parroquia de Santa María de Sádaba hasta encontrar el Mirador de San Roque.
Para llegar en coche desde otros puntos de Asturias, se cogerá la carretera A-8 dirección Colunga y, a continuación, se efectuará el desvío necesario para llegar a Lastres por la carretera AS-257 hasta, llegar, finalmente, a la villa donde se encuentra el mirador.
Algunas de las maravillas que pueden apreciarse desde el Mirador de San Roque son la playa de la Griega y al fondo, los Picos de Europa. Una explosión de paisajes que convergen en un bonito lienzo protagonizado por el mar y la montaña. Pocos lugares albergan unas vistas tan privilegiadas donde poder contemplar el litoral asturiano y la alta montaña al mismo tiempo. Por ello, la popularidad de este mirador no es casualidad.
Además, su cercanía al área recreativa, mencionada anteriormente, hace de este lugar un espacio con todas las comodidades y es que para aquellos que quieran tomarse un tiempo de descanso después de subir al mirador, tendrán la oportunidad de hacerlo en este espacio habilitado para hacer picnics, barbacoas y hasta juegos infantiles al albergar una zona para niños.
3. Mirador de la Boriza, uno de los miradores del Oriente para no perderse
Una imponente plataforma de horimigón ubicada entre dos de las playas más populares del concejo de Llanes ocupa el tercer lugar de esta lista. Así es, el Mirador de la Boriza se sitúa en la Punta el Pandón. Las playas en cuestión son la de Andrín y la de Ballota.
Cerca del pueblo de Cué, algunos puntos de interés que se pueden observar desde esta atalaya (además de los dos arenales) son el Castro Ballota, Llanes, la Sierra de Cuera y los Picos de Europa.
El acceso a este conocido mirador puede hacerse desde la localidad de Llanes siguiendo la carretera LL-2 y tomando la salida de Andrín o la de Cué (se llega por ambos sentidos) hasta llegar a las señales que indican la ubicación precisa del mirador. En la zona se encuentra un aparcamiento, que se encuentra frente al campo de golf La Cuesta de Llanes. Por ello, aquellos que tengan dudas sobre llevar o no el coche, les gustará saber que no hay ningún problema para poder aparcar.
El sendero que conduce desde el estacionamiento hasta el Mirador de La Boriza es un camino de recorrido breve que desemboca en una zona de pendiente pronunciada, por lo que en caso de ir con niños o personas mayores será necesario extremar las precauciones al llegar a ese punto.
4. Mirador de Pedro Udaondo
Para visitarlo, nos desplazamos hasta el concejo de Cabrales, en pleno Parque Nacional de Picos de Europa. Situado en el pueblo de Asiego, este lugar contiene unas prestigiosas vistas al Picu Urriellu y pertenece al conjunto de miradores del Naranjo de Bulnes, al ubicarse a unos 15 kilómetros del mismo. Para poder acceder, lo más cómodo es ir en coche; el mirador contiene un aparcamiento, justo al lado del mismo, por lo que no habrá ningún problema para los que no quieran recorrer largas distancias desde su vehículo hasta el divisadero.
Tomando como referencia de salida la localidad de Arenas de Cabrales, que se encuentra a unos 11 kilómetros del mirador, el recorrido más efectivo consiste en pasar por Poo de Cabrales, entrando a Carreña, hasta coger el desvío hacia la derecha que conduce hasta el pueblo de Asiego. En este momento, hay una serie de carteles que indican el camino hasta el mirador, ubicado en la Sierra de Cuera. En caso de no disponer de vehículo para acceder, resultará de interés saber que hay disponible un servicio de bus que comunica Arenas de Cabrales y Asiego ocho veces al día. Se trata de un recorrido de unos 40 minutos porque efectúa paradas en varias localidades de la zona.
El mirador es una auténtica joya visual y es que su vista alcanza a algunos de los puntos más impresionantes del Parque Natural. A su vez, se puede recorrer algunos prados, dando paseos por las múltiples zonas verdes que forman parte del entorno del Mirador de Asiego. Para los que quieran una experiencia más tranquila tendrán la oportunidad de disfrutar de las diversas mesas y bancos que se pueden encontrar en el área que rodea el mirador, donde disfrutar de un delicioso tentempie. Los tonos anaranjados y rojizos que pueden apreciarse durante el atardecer desde este lugar no tienen precio
Por otro lado, este no es el único mirador disponible en la zona y es que la belleza natural de los Picos de Europa hace que haya diversas atalayas cercanas en las que disfrutar de unas vistas de las más prestigiosas. Entre los más destacados se encuentran, el Mirador de Horcados Rojos, de Collado, Pandebano o de Camarmeña.
5. Mirador de Torimbia
Regresamos de nuevo al concejo llanisco y es que este mirador se encuentra encima de la playa homónima (popular por la práctica de nudismo). El acceso se realiza por un camino asfaltado que parte de Niembro, alejándose de Toranda hasta llegar a Cabo Prieto, desde el cual se aprecia un camino habilitado, exclusivamente, para peatones.
El mirador tiene unas apasionantes vistas a este arenal completamente natural de 500 metros. Se trata de una zona poco masificada y algo menos turística que las anteriores. La estética agreste y salvaje de esta zona hace que el mirador sea considerado por muchos como una de los más espectaculares del concejo de Llanes y de todo el oriente asturiano.
Es una atalaya perfecta para aquellos que busquen alejarse del bullicio urbano y acercarse, en su lugar, a un entorno natural con un enclave de lo más privilegiado. A pesar de las características silvestres de su entorno, este mirador no ignora la comodidad de sus visitantes: hay disponible un servicio de aparcamiento para aquellos que vayan con vehículo personal.
En definitiva, es un lugar idóneo para visitar con niños, con familia y con amigos por su proximidad a todo el litoral de Llanes y cercanía a esta playa tan fascinante, a la que se puede bajar después de contemplar el mirador. Además, al estar junto a otras localidades y pequeños pueblos llaniscos, tras apreciarlo, se puede acudir a tomar algo a estos establecimientos cercanos.
