La jueza del Juzgado de los Penal número 3 de Oviedo ha condenado por un delito de homicidio imprudente tanto al empresario propietario de la empresa de canoas como a los tres monitores que atendían la actividad en la que participaba la niña de 14 años que se ahogó en 2020 mientras realizaba un descenso de canoa en el río Cares.
La sentencia de la jueza condena a Jesús Madrazo, propietario de Canoe Aventura Trophy, a cuatro años de cárcel mientras que sus tres empleados, que atendieron la actividad sin tener ni la titulación ni la experiencia necesarias, a dos cada uno.
El quinto acusado, responsable del campamento en el que estaba participando Ana y encausado por la acusación particular que ejercía la familia de la niña fallecida, ha quedado absuelto de los cargos al considerar la jueza que desconocía el peligro que implicaba la actividad que había subcontratado con Canoe Aventura Trophy.
Al margen de las penas de cárcel, los ya declarados culpables tendrán que indemnizar a la familia de Ana con 204.000 euros.
