Gonzalo Suero, pionero en el uso de collares de pastoreo virtual en los Picos de Europa

La suya es la primera ganadería de Asturias que utiliza este novedoso sistema

Hablar de ganadería es, de forma inevitable, hablar de tradición. Sin embargo, ganaderos como Gonzalo Suero Tejuca, en Cangas de Onís, demuestran que dedicarse a ella no está reñido con valerse de la tecnología «no para trabajar menos», como él mismo reitera, «sino para ser más eficaces y tener un mayor rendimiento en tu explotación».

Bajo esta premisa su ganadería es la primera de Asturias que está utilizando collares de pastoreo electrónico. «Esto es una revolución a la altura de lo que fue el ordeñador electrónico», asegura, «estos collares llevan años funcionando en Australia y Estados Unidos, pero hasta hace dos años no llegaron a España». 

Para este ganadero que todavía no ha cumplido los 40 años la tecnología es una auténtica aliada en su trabajo. Quizás el hecho de que sea ingeniero técnico industrial le predispone a ello, pero la realidad es que incluso cuando no existían los collares de GPS ya hizo, junto con su hermano, sus propios pinitos para tener localizado a su ganado. «Inventamos unas cajas con una placa solar que llevaban un GPS y que controlábamos con el móvil», nos explicaba.

Esto fue en el año 2013 y, de aquella, todavía no había ni collares

Gonzalo nos enseña el funcionamiento de estos collares de pastoreo virtual in situ y con el móvil en la mano. Gracias a una aplicación, no solo es posible establecer límites en el terreno sino, también, conocer los movimientos del ganado.

«Es como tener un pastor eléctrico invisible», declara mostrándonos la pantalla de su móvil, «pero, incluso más que eso, te permite saber en todo momento dónde están los animales, dónde han estado comiendo o, incluso, detectar si uno en particular no se mueve». Y es que una de las ventajas de estos collares de pastoreo electrónico es que se puede tener identificado a cada animal en la propia aplicación. 

Los collares de pastoreo virtual, un aliado de la productividad ganadera

Para evitar que el ganado se salga del terreno virtualmente marcado, cada collar emite primero una señal sonora que se intensifica a medida que se acerca a los límites del espacio acotado. Es entonces, cuando llegan a él, cuando el propio collar emite una vibración molesta para las reses. Algo que también queda reflejado en la aplicación móvil, que incluso envía notificaciones a los usuarios.

«Lo más interesante de estos collares de pastoreo virtual es que te permiten avanzar en otra cosa», declara a este medio, «si tienes el ganado controlado puedes tener más fincas, segar más hierba, organizar mejor el trabajo o, incluso, delimitar zonas de pasto para que pasten primero en una mientras reservas otra». 

La eficacia es fundamental en cualquier actividad pero más todavía en una explotación ganadera

De las casi 150 reses de su ganadería, ahora mismo solo 55 portan uno de estos collares. Un esfuerzo importante si contemplamos que la inversión roza los 30.000 euros y que tienen una cuota anual de otros 3.000. «Están financiados en parte con el Plan de Protección de la Fauna Salvaje», apunta, «algo que tengo que agradecerle a Belén y a Pedro, de la Consejería, que me ayudaron con todos los trámites».