«Yo no cuento los años, cuento mi vida» asegura Josefa Magdalena Díaz Sánchez, Pepa, que celebró su cumpleaños número cien el pasado 28 de julio en la Residencia El Sueve (Cereceda-Piloña).
El cumpleaños fue una fiesta intergeneracional a la que asistieron residentes, familiares y trabajadores, mayores y menores. Pepa recibió una placa conmemorativa (con su célebre cita), un ramo de flores y la ineludible tarta con el cien listo para soplar. Un día para compensar y recompensar los constantes gestos de afecto recibidos por parte de la centenaria, quien siempre tiene una sonrisa en su rostro y una palabra amable en la punta de la lengua.
Un elogio a la vejez en la que la vecina de Antrialgo, como acostumbra, quiso restarse importancia para desear salud y suerte a todos sus seres queridos, que la acompañaron bajo el sauce de la residencia durante la cálida tarde de julio.