El TSJA anula la normativa de pesca fluvial tras la impugnación de El Esmerillon

El Tribunal ha declarado «nula de pleno derecho» la normativa
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El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha anulado la normativa de pesca fluvial que ha regulado los ríos del Principado durante 2023. Una derogación que llega con la temporada terminada y que es fruto de la impugnación de la Sociedad de Pescadores El Esmerillón.

Según ha informado esta Sociedad, la única que se alzó en contra de la normativa, lo singular de esta anulación radica en «la chapuza que revela en este caso la actuación de la administración para desandar las tropelías o abusos que pueda cometer». Un hecho que, para El Esmerillón, no supondría «mayor novedad si no fuera porque ahora la trampa fue buscada a propósito por la Consejería quien, llegado el plazo máximo del que por Ley dispone para aprobar la normativa anual reguladora de pesca fluvial, publicó primero dentro del plazo una norma "fantasma" que, al poco tiempo, fuera ya del plazo legal, sustituyó definitivamente a la que rigió y se aplicó en la campaña 2023».

Esto, según la Sociedad, se hizo «a sabiendas tanto de la absoluta ilicitud como del tiempo que podrían tardar los Tribunales en anular una normativa que habría agotado su vigencia cuando se pudiera dictar una sentencia anulatoria, como así ha sucedido».

En su comunicado, El Esmerillón lamenta que sea habitual el hecho de que los Tribunales acaben «dándonos la razón y así ha sucedido una vez más» y que la pesca fluvial esté «en manos de quienes, continuadamente por unos u otros motivos, ven anuladas sistemáticamente sus decisiones o actos gestores»que, para este colectivo, suponen «claro desprecio de la legalidad y a sabiendas de la superioridad administrativa».

Además, El Esmerillón asegura que esta normativa «no es tan inocua» porque durante su aplicación «se impusieron límites, especificaciones y sanciones de dudosa vigencia tras la anulación pudiendo dar pie a reclamar posibles perjuicios por quien considere haberlos sufrido».

Por último, el colectivo recuerda que lo único que les mueve es la defensa de “una correcta gestión del recurso piscícola que permita tanto la supervivencia de las especies, principalmente la del salmón”.