El jurado de los Premios Princesa de Asturias de los Deportes ha escogido a la aclamada jugadora de bádminton, Carolina Marín (Huelva, 1993), como la trigésimo octava ganadora de la edición de 2024. En palabras de los propios miembros encargados de juzgar la entrega del histórico premio, la onubense se ha alzado con la victoria “por su extraordinario palmarés en bádminton, un deporte en el que ha llegado a ser un referente internacional”.
El galardón será entregado en el Teatro Campoamor de Oviedo de manos de la princesa Leonor, actual Princesa de Asturias y heredera al Trono, a cuyo honor pertenece el nombre de los premios.
Premios Princesa de Asturias de los Deportes: Un repaso de los principales deportistas galardonados por su esfuerzo y superación
Source: Fundación Princesa de Asturias
Los premios Príncipe de Asturias, conocidos como Princesa de Asturias desde 2015, conforman uno de los mayores galardones a la excelencia con un elevado reconocimiento internacional. Si bien estos premios se encargan de destacar el buen hacer en numerosos campos del saber, como las ciencias o el arte, la realidad es que uno de los más conocidos y prestigiosos es el que se otorga en el terreno del deporte.
Grandes nombres como Rafael Nadal, Lance Armstrong, Carlos Sainz o, más recientemente, Carolina Marín, han sido algunos de los deportistas reconocidos por su esfuerzo, capacidad de superación y tenacidad en su trayectoria profesional.
Aunque los premios Princesa de Asturias aplauden la trayectoria deportiva de nombres nacionales y extranjeros, la realidad es que el palmarés está copado, en gran medida, por deportistas españoles.
De hecho, es precisamente en el campo del deporte en el que España sobresale como uno de los grandes exponentes mundiales. La afición española alaba y sigue a sus deportistas preferidos, animando y sufriendo con ellos en cada uno de sus pasos.
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Sebastián Coe - 1987
Por su historial olímpico -con numerosos récords mundiales a sus espaldas- y un recorrido impecable en el deporte, el primer Premio Princesa de Asturias (en aquel año, todavía conocido como Premio Príncipe de Asturias) fue entregado a Sebastián Coe en 1987. El atleta de origen británico inspiró a toda una generación, dentro y fuera de la pista, por su personalidad luchadora y su capacidad de superarse a sí mismo, sin temor a los obstáculos. Se alzó con la victoria olímpica en los 1500 metros en Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.
Juan Antonio Samaranch - 1988
Juan Antonio Samaranch Torelló, marqués de Samaranch (Barcelona, 17 de julio de 1920 - Barcelona, 21 de abril de 2010), fue el primer nombre español en conseguir el honor de ostentar el histórico premio en 1988. El empresario y político catalán fue galardonado por su esfuerzo y dedicación al deporte dentro de su etapa como presidente del Comité Olímpico Internacional que se desarrolló entre 1980 y 2001. En el momento de la entrega del premio el jurado puso de relieve la admirable actuación del presidente del COI como precursor y adalid del deporte tanto dentro como fuera de las fronteras españolas.
YOUTUBE VIDEO: https://youtu.be/4rhFQk27_QY?si=znniGUX0vtxKI_4o
Severiano Ballesteros - 1989
Tras una trayectoria impecable como uno de los mejores jugadores de golf europeo, el jurado decidió hacer entrega del máximo honor en el deporte al cántabro Severiano Ballesteros por un legado que se ha perpetuado aún después de su muerte, en 2011. En 1989, y con los coletazos finales de su carrera como telón de fondo, Ballesteros recogió el prestigioso premio como reconocimiento a una carrera repleta de éxitos: cinco campeonatos del mundo Match Play, dos Masters de Augusta, tres Abierto Británico y cinco Ryder Cup.
Sito Pons - 1990
El año de apertura de la década de los 90, Alfons Pons Ezquerra, más conocido como Sito Pons, entró a formar parte del palmarés de los Premios de Asturias. En aquel año venía de obtener la victoria en el campeonato del mundo de 250cc dos veces consecutivas con la escudería Honda: en 1988 y en 1989. Además, el jurado destacó su decisiva aportación en la mejora de la imagen del motociclismo con múltiples apariciones y participaciones en campañas para evitar el consumo de drogas y el refuerzo de la seguridad vial.
Miguel Induráin - 1992
Uno de los grandes nombres del deporte español es, sin duda, el de Miguel Induráin, símbolo de éxito, resistencia ante el sufrimiento y superación. La llegada del deportista navarro al panorama ciclista supuso un antes y un después en el deporte sobre dos ruedas recibiendo la consideración de uno de los mejores deportistas de la historia del país y el mejor ciclista de todos los tiempos. Ganó cinco veces consecutivas el Tour de Francia, desde 1991 hasta 1995 y del Giro de Italia, además de otros muchos trofeos.
Javier Sotomayor - 1993
El atleta cubano Javier Sotomayor Sanabria obtuvo el premio Princesa de Asturias en 1993 con 26 años por su trayectoria en el mundo del atletismo, siendo considerado como el mejor del mundo en la categoría de salto de altura. Justo el año anterior se había alzado con la victoria como campeón olímpico en los Juegos de Barcelona 92. Con tan solo dieciséis años consiguió su primera plusmarca y, desde entonces, el camino del atleta cubano estuvo plagado de éxitos.
Carl Lewis - 1996
“El hijo del viento”, mote con el que se conoce a Carl Lewis, es una muestra de la excelente trayectoria profesional de este atleta estadounidense que destacó en las pruebas de velocidad y salto de longitud. Su espectacular palmarés, compuesto por un total de diez medallas olímpicas entre 1984 y 1996, le llevaron a obtener, ese mismo año, el prestigioso premio del deporte. Además de sus cuantiosos éxitos y conformar una fuente de inspiración para miles de personas, el jurado valoró de forma especial su apoyo a numerosas campañas contra el dopaje.
Equipo español de maratón - 1997
Además de personalidades individuales, los Premios Princesa de Asturias también han reconocido el esfuerzo conjunto de equipos deportivos. En 1997 ese reconocimiento fue a parar a las manos del equipo español de maratón, que tuvo el honor de conseguir el primer galardón destinado a un grupo de la historia de los premios. El equipo de maratón, compuesto por José Manuel García, Abel Antón, Martín Fiz y Fabián Roncero, venía de cosechar numerosos éxitos en los últimos años: Europeo del 94, Mundial del 95 y la Copa del Mundo y el Mundial del 97.
Arantxa Sánchez Vicario - 1998
Número 1 del mundo de la WTA en 1995, Arantxa Sánchez Vicario emerge como uno de los nombres femeninos más emblemáticos de la historia del tenis español. La constante lucha por superarse a sí misma y su capacidad de sufrimiento y motivación llevaron al jurado a fallar en favor de la catalana para obtener el prestigioso galardón. Durante su carrera, obtuvo la victoria en cuatro Grand Slam en categoría individual, seis en categoría de dobles y cuatro en dobles mixtos. Además, también cuenta con cuatro medallas de los Juegos Olímpicos.
Steffi Graf - 1999
Los años finales de la década de los 90 estuvieron marcados por la entrega de premios en el terreno del tenis. Steffi Graff fue una jugadora alemana que consiguió el gran hito del tenis profesional: ganar el Golden Slam, es decir, los cuatro Grand Slam y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Además, también entró a formar parte del medallero de Barcelona 92 con una plata.
Lance Armstrong - 2000
Uno de los premios más controvertidos fue el otorgado en el año 2000 al ciclista estadounidense Lance Armstrong. Si bien en los albores del siglo XXI el nombre de Armstrong era sinónimo de esfuerzo y superación por sus éxitos deportivos (vencedor del Tour de Francia en 7 veces consecutivas) enmarcados dentro de una lucha personal contra el cáncer, la realidad es que, años después, en 2012, le fueron retiradas todas las victorias por causa del dopaje.
Manuel Estiarte - 2001
El nombre de Manuel Estiarte sobresale entre el conjunto de waterpolo español al que pertenece por su participación esencial en la victoria del equipo en los Juegos Olímpicos de 1992, con una medalla de oro. Cuatro años después repetiría su excelente actuación en Atlanta 96, donde el conjunto se alzó de nuevo con otra medalla, esta vez de plata. La impecable trayectoria del capitán waterpolista como máximo goleador y una vida dedicada al deporte llevaron al jurado a ofrecerle el premio Princesa de Asturias.
Selección brasileña de fútbol - 2002
El segundo premio grupal de la historia de los Premios Princesa de Asturias estuvo protagonizado por la selección brasileña de fútbol, con una increíble muestra de absoluto señorío en el mundo del balompié tras ganar cinco campeonatos del mundo seguidos. A día de hoy, ningún equipo de fútbol ha conseguido tamaña proeza. Además de este hito, el jurado puso de relieve la labor humana y social que se lleva a cabo en Brasil mediante la transmisión de valores a través del deporte.
Tour de Francia - 2003
En 2003 el jurado decidió otorgar el premio a un evento, en lugar de a un deportista concreto. De este modo, el galardón recayó en el Tour de Francia por tratarse de una de las citas más emblemáticas e importantes del mundo del deporte. El motivo principal detrás de esta decisión se encontraba en los numerosos valores que se esconden detrás de este abnegado deporte: la capacidad de sacrificio, el esfuerzo, la autosuperación y la resiliencia.
Hicham El Guerrouj - 2004
Uno de los máximos exponentes del deporte en la categoría de atletismo fue el corredor mediofondista Hicham El Guerrouj que sobresalió en las pruebas de 1500 y 5000 metros alzándose con la doble medalla de oro en Atenas 2004 y la plata en Sidney 2000. Además de una vida dedicada al deporte, el jurado alabó su participación como Embajador de Buena Voluntad en UNICEF.
Fernando Alonso - 2005
Otro de los grandes nombres del deporte español es el de Fernando Alonso que abrió las puertas nacionales a un deporte entonces casi desconocido y creó una escuela de aficionados que perdura hasta el día de hoy. Campeón mundial dos veces consecutivas en el Campeonato de Fórmula 1 de 2005 y 2006 con la escudería francesa de Renault, el piloto asturiano obtuvo el máximo galardón de los deportes como reconocimiento a su carrera profesional.
Selección española de baloncesto - 2006
El siguiente conjunto deportivo en recibir un premio grupal fue la selección española de baloncesto. No solo conseguiría el gran hito de la historia del baloncesto español obteniendo la victoria en el Mundial de la FIBA, sino que marcaría el punto de arranque de una época dorada en el basket internacional posicionándose como el rival a batir - siempre con el permiso de la todopoderosa selección norteamericana- con los nombres de sus iconos más importantes: Pau Gasol, Rudy Fernández, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Jorge Garbajosa, Marc Gasol, Carlos Cabezas, Jose Manuel Calderón y Sergio Rodríguez, entre otros y dirigidos por el entrenador Pepu Hernández.
Michael Schumacher - 2007
Antes de la llegada de Fernando Alonso, el terreno automovilístico estaba bajo la dominación absoluta de Michael Schumacher. Por este motivo y tras conseguir 7 títulos mundiales, la mayoría de los cuales fue con la escudería de Ferrari, el jurado decidió reconocer la carrera deportiva del piloto alemán. Además, también fue alabado en el terreno de la ayuda social, con su participación económica en la UNESCO.
Rafael Nadal - 2008
Si hay un nombre español que resuena en el panorama deportivo mundial es, sin ninguna duda, el de Rafael Nadal. Sinónimo de superación, sacrificio y humildad, el tenista balear es, probablemente, el mejor deportista español de todos los tiempos y, como no podía ser de otro modo, recibió el mayor premio al deporte en 2008. No obstante, el reconocimiento llegó a una edad temprana, con 22 años, ya que su carrera se ha dilatado y permanece en activo tras más de quince años. Señor absoluto de Roland Garrós, fue uno de los encargados de llevar la antorcha olímpica en los Juegos de Paría 2024.
Selección Española de Fútbol - 2010
El año 2010 permanecerá en los mejores recuerdos de todos los españoles. La selección española de fútbol nos regaló una muy dulce victoria en el mundial de la primera década del siglo XXI. Los numerosos valores que conforman la marca distintiva de LaRoja, como la superación, el juego limpio, el compañerismo o la deportividad, fueron algunos de los motivos de la decisión de la entrega del premio Princesa de Asturias.
Pau y Marc Gasol - 2015
Además de Rafa Nadal, el apellido Gasol también emerge como uno de los más importantes de la historia del deporte español, además de obtener dos premios Princesa de Asturias, uno como integrantes de la Selección española en 2006 y otro como deportistas individuales en 2015. Sus fulgurantes carreras y su particular condición de hermanos, además de la consolidación de los grandes valores del deporte, les llevaron, no solo a obtener el premio Princesa de Asturias, sino a erigirse como iconos de generaciones pasadas y futuras.
Carlos Sainz - 2020
En 2010 Carlos Sainz se alzó con el prestigio de convertirse en el primer español en ganar el Dakar. Además, el piloto madrileño ha cosechado constantes éxitos consiguiendo la victoria en numerosos campeonatos del mundo con la escudería de Toyota. Es considerado por muchos como el mejor piloto de rally de la historia de España.
Carolina Marín - 2024
La última ganadora de los premios Princesa de Asturias ha sido la jugadora de Bádminton Carolina Marín por el protagonismo en un deporte poco -o nada- conocido en España y dominado por los asiáticos. Su excelsa trayectoria marcada por la capacidad de superación y sacrificio la han convertido en uno de los mayores referentes del deporte actual. Además, su paso por los últimos Juegos Olímpicos de París 2024 se convirtieron en un canto al amor al deporte y al compañerismo, como la muestra de respeto mostrada por su rival tras su lesión en semifinales.
Consideraciones finales: Unos premios marcados por la presencia española
Source: Fundación Princesa de Asturias
Los Premios Princesa de Asturias conforman el mayor reconocimiento a una de las áreas más inspiradoras del ser humano: el deporte. El objetivo último de los galardones es reconocer la labor de los actores protagonistas en su capacidad de transmisión de valores tan esenciales en la convivencia social como son el compañerismo, el juego limpio, la superación, la capacidad de sacrificio y el respeto, entre otros muchos.
El deporte español tiene sobrados motivos para sentirse orgulloso ante el despliegue de nombres propios y equipos profesionales que suponen una fuente de inspiración para generaciones futuras, cuyos ojos ilusionados de hoy serán los receptores de los premios Princesa de Asturias de mañana.
