Juan Luis Berros tildó la petición que hace el sindicato CSIF pidiendo su dimisión de «absolutamente demagógica porque lo que pretende es, de alguna manera, coartar el derecho del ejercicio a la oposición por nuestra parte. El Grupo Popular quiere ejercer una oposición fuerte, contundente y seria».
La historia viene de atrás, concretamente del pleno que el ayuntamiento de Siero celebró en el mas de septiembre. En dicho pleno, según explicó el propio Berros, «el Grupo Popular preguntó sobre los ocho expedientes sancionadores que en su día se incoaron por dos comisarios de la Policía local contra el que es, actualmente, el jefe de dicho cuerpo. Al mismo tiempo se solicitaron explicaciones de por qué, con un juicio penal a las puertas contra él, seguía en el cargo actualmente y por qué seguía manteniéndola el alcalde en él, teniendo en cuenta que este es un puesto de confianza. Había ocho expedientes abiertos por faltas graves y muy graves y dichos expedientes se dejaron caducar y prescribir. Hicimos la pregunta para saber quién era el responsable político de este hecho»
«Fue en el transcurso de aquella pregunta donde salió el símil ya que, habida cuenta de que estábamos hablando de un cargo de confianza y de que estaba agradeciendo favores prestados establecimos la relación de un perro, de un dóberman, fiel a su dueño. Esto lo está usando el alcalde como ariete contra el cuerpo. Es sabido el enfrentamiento que el alcalde mantiene, personalmente, con con la mayoría de la Policía local».
«Lejos de contestar a las preguntas -continuó Berros- en aquel pleno (me dijo que lo haría en el siguiente) aun seguimos esperando por una respuesta. Quiero dejar claro mi más absoluto respeto por todos los empleados municipales, salvo por los que hayan demostrado que no son dignos ni de confianza ni de respeto. Soy conocedor del principio de presunción de inocencia, pero también preguntarle al alcalde por qué sigue confiando en esta persona con todos estos antecedentes es ejercer el derecho de la oposición, firme y seria»
En cuanto a la petición por parte del sindicato CSIF de su dimisión, el edil popular declaró que «por supuesto que no voy a dimitir. No veo ningún motivo para hacerlo, en absoluto. No he insultado a ningún trabajador municipal. Simplemente ha sido una metáfora intentando explicar la lealtad, en este caso, de un animal con su dueño».
Preguntado por los medios sobre si espera respuesta del alcalde al asunto de los expedientes, José Luis Berros aclaró que “voy a pedir esa respuesta por escrito, ya que de forma verbal no nos ha dicho nada en el pleno. Espero que se conteste por escrito porque es una obligación legal que tiene el alcalde».
José Luis Berros no dimite ni considera que debe pedirle disculpas al trabajador por los supuestos insultos:« ni considero que me haya equivocado ni voy a pedir rectificación alguna porque en ningún momento me referí al trabajador con nombres y apellidos, se puede constatar que lo que dije fue que el jefe de la policía local estaba sirviendo a su dueño de la manera que estaba diciendo».
Sobre el origen de esta denuncia, el edil tiene claro cuál es su origen: «creo, sinceramente, que esto está movido desde el equipo de gobierno, concretamente, desde el alcalde. Esta sección sindical, que es absolutamente minoritaria, está influida por el alcalde. Tengo esa certeza porque se ha dedicado mucho tiempo en este último pleno a hablar de perros. Creo que ha sido el alcalde el que le ha dicho a la sección sindical que saquen este tema ahora, más de un mes después del pleno. Esperaron a hacerlo después del pleno en el que, supuestamente, tenía que responder a las preguntas el alcalde. Estos son los indicios que me llevan a sacar esta conclusión».
