Jaleo en el desalojo y tapiado de una vivienda okupada en Lugo de Llanera

Ha sido necesario personar a Policía Local y Guardia Civil para continuar con el desahucio
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photo_camera Los operarios volviendo a realizar el tapiado de la vivienda okupada.

Mañana agitada en Lugo de Llanera con motivo del desahucio y tapiado de una vivienda okupada en la avenida de Pando, en las denominadas Casas de Villa. Una vivienda, propiedad de una entidad bancaria, sobre la que pesaba una orden de desahucio y que estaba okupada desde hace años por una familia con menores a cargo y empadronada en Llanera.

Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana cuando los operarios encargados de tapiar ventanas y puerta se dispusieron a hacer su trabajo. Con el cemento fresco, un grupo de siete u ocho personas se personó en actitud amenazante y, tras derribar los ladrillos recién colocados, intentó acceder a la vivienda. El altercado provocó la intervención de la Policía Local y la Guardia Civil, quienes escoltaron a los trabajadores mientras volvían a tapiar los accesos a la vivienda. 

La vivienda que hoy ha sido tapiada llevaba 15 años siendo okupada cíclicamente.
La vivienda que hoy ha sido tapiada llevaba 15 años siendo okupada cíclicamente.

Si bien el suceso se desencadenó hoy, comenzó a fraguarse en el día de ayer. Tal y como declara Ángeles Batista, portavoz de la plataforma de vecinos afectados, la familia ayer dejó el piso vacío aunque no abandonó a lo largo del día la vivienda. «Estuvimos aquí toda la tarde sentados delante de la casa okupada, esperando para ver si en algún momento abandonaban el piso que iba a ser okupado por otras personas, declara Bastista, «llamamos a la Guardia Civil y a la Policía Local, pero no se pudo hacer nada». Ante las sospechas de Batista de que por la noche abandonan a vivienda, «nos pasamos toda la noche en un coche, aquí delante, para conseguir que estuviera vacía». 

Se da la circunstancia de que la vivienda lleva 15 años siendo okupada de forma regular. «Ellos tienen viviendas sociales», aseguraba Batista, «van rotándose porque hacen negocio con los pisos okupados, que son propiedad de bancos». Más allá de esto, Batista señalaba que el principal problema de esta vivienda okupada y de otra que hay en la primera planta del edificio, que está en trámite de desahucio, son los problemas de convivencia. «Han provocado muchísimos conflictos», decía, «eran agresivos, violentos, agredían a la gente, a mi padre por ejemplo; robaban en negocios del entorno... súper conflictivos».

A raíz de la agresión a mi padre me puse en contacto con el ayuntamiento, y fue cuando comenzó toda esta presión hacia los okupas.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron Marcos Martínez, concejal de Seguridad; Eva María Pérez, teniente alcalde, y la concejala de Bienestar Social, Montse Alonso, aunque todos ellos declinaron hacer declaraciones. Sí las hizo Silverio Argüelles, portavoz del Partido Popular en el ayuntamiento, quien ya presentó hace unos días una moción sobre seguridad ciudadana en un pleno del consistorio. «No es lo que ha ocurrido esta mañana, es lo que lleva ocurriendo en los últimos meses y en los últimos años», declaraba a este medio, «ayer ya estuve aquí por la noche con los vecinos y lo que ha pasado es lo que tenía que pasar, y lo que tiene que hacer la administración es poner herramientas para que no vuelva a pasar».

Argüelles aseguraba que es «lamentable que tres vecinos hayan tenido que hacer guardia para que nadie entrara en la vivienda», decía. «Tengo muy fresco el último pleno del Ayuntamiento de Llanera en el que el concejal de Seguridad Ciudadana se molestaba por los planteamientos que hacía el Partido Popular y por las formas, porque les acusábamos de inacción», declaraba Argüelles, «las administraciones, la autonómica, la local y la nacional; tienen que poner leyes que protejan a los vecinos que protejan a quienes respetan las normas de convivencia».

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