Un premio extraordinario lleno de esfuerzo

La polesa Marta Pérez abandonó sus estudios con 13 años, los retomó 30 años después y ha obtenido una distinción por su expediente en la FP de Administración y Finanzas
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photo_camera Marta Pérez Vallina

Cuando en 2017 Marta Pérez Vallina decidió a sus más de cuarenta años ponerse de nuevo delante de los libros, no imaginaba que cinco años después estaría recogiendo uno de los premios extraordinarios al esfuerzo personal y al rendimiento académico del alumnado del Principado de Asturias.

Esta polesa que trabaja desde hace un par de años en un establecimiento hotelero de Pruvia, en Llanera, muestra radiante el diploma que acredita su buen hacer en el Grado Superior de Formación Profesional de Administración en el IES Escultor Juan de Villanueva, el primero de su ciclo obtenido por el centro y que recogió hace unos días.

«Con trece años dejé de estudiar para ponerme a trabajar, ejercí como auxiliar administrativo muchos años, el problema vino cuando treinta años después me quedé sin empleo y descubrí que no podía apuntarme a ningún curso para personas desempleadas porque no tenía la educación secundaria», relata.

Recaló entonces en el Centro de Educación de Personas Adultas de La Pola, dispuesta a sacar un curso de competencias clave. «Me animaron a sacar la ESO, me examiné de tercero y cuarto y con el título quise seguir y me matriculé en el instituto en el grado medio de formación profesional de Gestión Administrativa», explica.

El curso le fue bien y recibió una mención honorífica por sus notas. Y no lo dudó. El curso siguiente comenzó el grado superior. «Era mi idea inicial y estoy muy contenta de haber completado todo ese camino; no fue fácil, tenía que levantarme a las cuatro de la mañana para estudiar, pero no me arrepiento en absoluto, es una experiencia buenísima, estoy muy satisfecha y creo que también le he servido de ejemplo a mi hija Lucía, que iba al instituto cuando yo, y me ha servido a mí para empatizar con la gente joven», señala.

Ahora, con el título en la mano, siente que se ha quitado un peso de encima. «Tenía mucha experiencia, pero sin titulación», reconoce. Marta únicamente lamenta que en los premios extraordinarios no se reconozca la dificultad que supone retomar los estudios después de tantos años. «Valoran las notas, si tienes alguna mención en el ciclo, cursos relacionados, inglés, que hayas hecho alguna publicación o proyecto o que lo combines con el trabajo, pero echo de menos que valoren el esfuerzo», apunta.

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