Por lejana que nos parezca, la tosferina ha vuelto con fuerza a la actualidad y mantiene atentos a los servicios de salud. A pesar de que se consideraba erradicada, tras el foco detectado en Guadalajara con más de 130 casos es más que conveniente conocer los síntomas de la tosferina para poder estar alerta, especialmente en bebés de menos de dos meses.
Si bien el foco detectado en Guadalajara es lo que ha hecho que esta enfermedad sea mediática, lo cierto es que el crecimiento de casos de tosferina ha ido en aumento en los últimos años. Una razón de peso para que, desde 2016, se vacune a las embarazadas de esta enfermedad no solo para protegerlas a ellas sino, también, para hacerlo en los bebés.
Qué es la tosferina
Es importante saber que la tosferina es una enfermedad producida por una bacteria, la Bordetella Pertussis, cuya manifestación más característica es la tos. Esta bacteria es muy contagiosa por vía respiratoria, y se contrae a través de fluidos de la persona infectada al hablar o toser.
Si bien la tosferina es una enfermedad que no suele presentar complicaciones en niños, ya que se incluye en su pauta de vacunación a partir de los dos meses, sí puede presentar importantes complicaciones en bebés menores de esta edad.
Sin embargo y a pesar de las apariencias, la tosferina no afecta únicamente a niños: también se dan casos en adultos, habitualmente como consecuencia de contagios infantiles. En Asturias, de hecho, buena parte de los casos se han detectado corresponden a mayores de 18 años.
Por todo ello y a falta de la exploración de un profesional, conocer los síntomas de la tosferina puede ayudarnos a acudir al médico lo antes posible.
Síntomas de la tosferina, la llamada "tos de los 100 días"
La tosferina conlleva un periodo de incubación de entre una y dos semanas, tiempo durante el cual el enfermo es asintomático. Transcurrido este plazo, se manifiesta con los síntomas habituales de un proceso catarral. Rinitis, estornudos, febrícula, lagrimeo y tos, especialmente nocturna, son sus síntomas incipientes.
Y es precisamente la tos uno de los síntomas de la tosferina más reconocibles, ya que va en aumento a partir del momento en el que comienza. Es de carácter seco y con accesos constantes, llegando incluso a ser convulsiva y llevar al vómito. También es característico que, el final de la tos, se produzca una inspiración ruidosa que algunos profesionales como la asturiana Lucía Galán, de "Lucía mi pediatra", denominan "gallo".
Es este síntoma, que da nombre a la enfermedad, uno de los más persistentes y que puede llegar a tener una duración de hasta dos semanas más. De ahí que, popularmente antaño, se conociera la tosferina como "la tos de los 100 días".
