Así será el acto conmemorativo para homenajear al médico colungués, Francisco Grande Covián

Colunga organiza este evento el 28 de junio para reconocer la vida y obra de esta figura científica tan importante en Asturias
Francisco Grande Covián.
Real Academia Española
photo_camera Francisco Grande Covián. Real Academia Española

El próximo viernes, 28 de junio, se cumplirán 115 años del nacimiento de Francisco Grande Covián, un reconocido médico e investigador nacido de Colunga. El asturiano dedicó la mayor parte de su trayectoria profesional al área de la nutrición y la bioquímica, llegando a convertirse en el primer presidente de la Sociedad Española de Nutrición.

A colación de este 115 aniversario, el Ayuntamiento de Colunga organizará un acto conmemorativo el propio 28 de junio a las 18.30 en la Sala Loreto de Colunga. El pasado 24 de junio se llevó a cabo un acto de presentación a las 12.00 horas en la sala de prensa del Ayuntamiento de Colunga. Un acto que estuvo encabezado por el alcalde de Colunga, José Ángel Toyos, que además es el patrono de la Fundación Grande Covián. Cabe resaltar también que a este evento de presentación fueron llamados a participar los medios de comunicación locales y regionales del Principado.

En definitiva, se tratará de una acto de homenaje y ensalzamiento de una de las figuras más emblemáticas del concejo de Colunga, que además de sobresalir en su profesión, consiguió alcanzar el amor y la aclamación de colungueses y conlunguesas.

Sobre Francisco Grande Covián

Médico, científico, investigador y profesor universitario, Covián se trasladó a los nueve años a Oviedo por motivos profesionales de su padre. Más adelante, cursó sus estudios de medicina en Madrid, consiguiendo graduarse, con honores (debido a la excelencia de sus calificaciones) en 1931. Durante su época estudiantil coincidió en la residencia de estudiantes junto al poeta Federico García Lorca y el cineasta Luis Buñuel. Su confraternización con íconos culturales tan importantes como los mencionados anteriormente, desencadenaron una gran pasión y amor en Covián por la música y el arte.

Algunos de sus primeros trabajos tuvieron lugar en el extranjero, principalmente en Alemania, Suecia, Dinamarca e Inglaterra. Su contacto laboral y personal con estos países internacionales hizo que el médico se convirtiera en un auténtico políglota, llegando a manejar con fluidez idiomas como el alemán, el danés, el inglés, el italiano, el ruso, el sueco o el latín. Otro de sus principales logros fue su colaboración investigadora con el popular médico asturiano y Premio Nobel Severo Ochoa.

El estudio del impacto del ejercicio físico con una dieta rica en grasas fue una de las principales líneas de investigación de Covián. Estos estudios parecían anticipar que el de Colunga se convertiría en un auténtico pionero de la nutrición.

Es importante mencionar que gran parte de la labor médica y científica de Grande Covián se desempeñó durante la Guerra Civil. Etapa, en la que el investigador se dedicó a la docencia universitaria en Valencia, llegando a fundar el Instituto de Alimentación valenciano. Además de su actividad docente, el contexto tan desfavorecido de la guerra, hizo que el médico asturiano estudiase el impacto de la carencia de alimentos y la hambruna en la ciudadanía española de la guerra y la posguerra. Algunos de sus descubrimientos más sorprendentes fue la presencia de las deficiencias nutricionales como los casos tan abundantes que hubo de pelagra. El médico no solo detectó este tipo de afecciones, sino que también impulsó premisas importantes para el tratamiento y curas de los mismos, como es el caso del uso del ácido nicotínico para tratar la pelagra.

Si bien es cierto que esta actividad investigadora le catapultó hacia lo más alto en los países extranjeros, Grande Covián no fue bien tratado en su propio país. Francisco Franco lo declaró persona “non grata” al haber tenido contacto con el profesor Juan Negrín (Presidente de la República española) durante sus primeros años como investigador. Este enjuiciamiento por parte del dictador español, hizo que el médico tuviera que refugiarse en la finca de su amigo Francisco Jiménez, ubicada en Úbeda, Andalucía. 

Francisco Grande Covián.
Fundación Grande Covián
Francisco Grande Covián. Fundación Grande Covián

A raíz de su veto en la docencia en cualquier universidad española por parte de la dictadura franquista, Covián trabajó sintetizando vitaminas en los Laboratorios Ibis y en el Centro de Investigaciones Médicas del Dr Jiménez Díaz, lugar en el que conoció a la farmacéutica, futura esposa y madre de sus dos hijos, Gloria Mingo.

A continuación, el de Colunga conseguiría la Cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza. En el año 1952, Covián se trasladaría a Estados Unidos, Minnesota junto a su familia, donde trabajó codo con codo con el fisiólogo y cardiólogo, Ancel Keys. El asturiano pasó más de 20 años en el país estadounidense, donde pudo centrarse en sus principales líneas de investigación. Entre ellas, destacan el efecto de la carencia calórica en la actividad física de los soldados americanos, que fue financiada por el propio Ejército de Estados Unidos. Otras de las investigaciones del de Colunga estuvieron centradas en el impacto de las grasas en la dieta sobre los niveles del colesterol y los factores hormonales en el metabolismo de las grasas.

En su vuelta a España (en los años 70), Grande Covián desempeñó su actividad como profesor catedrático en la Universidad de Zaragoza, compaginándolo con su labor investigadora en el Laboratorio de Investigación del Instituto de Investigación Bioquímica y de Nutrición Don Juan Carlos I. Fue en este momento final de la dictadura cuando el médico recibió una gran aclamación como ícono de la medicina y ciencia.

Sus contribuciones al campo de la nutrición, la alimentación, la gastronomía combinadas con su don de palabra, conocimiento y amabilidad hicieron del colungués un profesional absolutamente reputado, respetado y muy querido por compañeros, colegas de profesión, alumnos y pacientes. 

Padre de la dietética, pionero en nutrición y defensor de la dieta mediterránea fueron algunos de sus innumerables apodos. Entre sus mayores premios cabe resaltar la condecoración de Alfonso X el Sabio o su nombramiento Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid. Otro de sus reconocimientos radica en otorgar sus apellidos a instituciones médicas y educativas como el Hospital Grande Covián de Arriondas, el IES Grande Covián de Zaragoza o el  Centro Médico de Especialidades Grande Covián, también de Zaragoza. Como no, el médico fue nombrado Hijo Predilecto de Colunga (ciudad natal).

Estos motivos llenan de orgullo a colungueses y conlunguesas que comparten origen con este ícono de la medicina contemporánea. El médico y científico asturiano falleció un 28 de junio de 1995, curiosamente, el mismo día de su nacimiento. Por ello, este acto conmemorativo organizado por el Ayuntamiento de Colunga sirve en gran medida para honrar la vida y obra de Covián.

“El hombre primero quiso comer para sobrevivir, luego quiso comer bien e incorporó la gastronomía a su mundo cultural. Ahora, además, quiere comer salud.”  fue una de las frases más recordadas que dejó el gran Francisco Grande Covián.