La imagen de un carrito de bebé bajando por la canal del Texu de Bulnes desata la polémica en redes

La foto de Eduardo Díaz Hevia ya se ha convertido en viral
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Vivir para ver. Así podría resumirse la imagen que, desde hace algunas horas, invade las redes sociales como ejemplo de lo que no se debe hacer en la montaña. Y es que la imagen de Eduardo Díaz Hevia, conocido fotógrafo de paisaje del Oriente de Asturias, de una pareja descendiendo por la canal del Texu porteando un carrito con un bebé de corta edad acompañados de una niña de pocos años que salta con aparente despreocupación incendia internet y somete a juicio de todos la definición de imprudencia. El propio fotógrafo en la publicación de la imagen en su perfil social hace una reflexión al respecto si bien, en su caso que lo vivió en primera persona, la interpretación es diferente.

La mayor hazaña montañera no ye hacer el anillo de Picos corriendo ni subir la Oeste del Urriellu en solo integral, ye bajar de Bulnes con una niña en carricoche y otra saltando como un rebeco.

Quienes no conocen el terreno podrían pensar que esta imagen refleja una necesidad cuando la realidad dista sustancialmente de ello. Bulnes dispone de un funicular para recorrer el trayecto de forma segura. Un medio de transporte que, además, admite los carritos de bebé y que evitaría el peligro que supone la bajada por la canal del Texu en esas circunstancias. 

Lejos de quedarse en anécdota, esta imagen de Eduardo Díaz Hevia evidencia una realidad que preocupa sustancialmente a los concejos de Picos de Europa. El turismo de la zona, de carácter masivo desde hace algunos años, ha comenzado a comprometer la seguridad de muchas de las actividades que se realizan en ella. Una afirmación que se sustenta en el elevado número de rescates que se realiza cada temporada en el entorno de Picos y que, en muchas ocasiones, responden a imprudencias. Y sí: es cierto que, en muchos casos, la cosa se queda en un susto. Pero no se puede perder de vista, más allá de la complejidad propia de Picos de Europa, que la montaña siempre gana.