El Ayuntamiento de Ribadesella eliminará el radar de velocidad instalado en las inmediaciones de la estación de tren que da acceso a la Villa. El llamado Foto Rojo se retirará en las próximas semanas tras meses de estudio porque tal y como declara Paulo García, alcalde de Ribadesella, «nunca estuvimos convencidos de esta medida; ahora estamos seguros de que no es solución».
Desde su instalación, este radar ha generado cientos de sanciones que implican una multa de 200 euros además de la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. «No tenemos ningún afán recaudatorio», aseguraba García. Un motivo de peso para que el Consistorio esté estudiando medidas alternativas, como la colocación de badenes que obliguen a reducir la velocidad y respetar los 30 kilómetros por hora establecidos para circular en Ribadesella.
El radar fue inaugurado en julio y fue aprobado a finales del pasado mandato, momento en el que gobernaban en el municipio PSOE y Ciudadanos.
