De todos es sabido que en cada comunidad, región o provincia hay una serie de requisitos o aspectos que hay que conocer y cumplir para empaparte de forma completa de sus costumbres e idiosincrasia y Asturias no es una excepción. La identidad asturiana cuenta con una serie de rasgos que vienen implícitos para poder afirmar que se ha vivido lo que significa sentirse asturiano al 100%.
¿Cuáles son esas características o elementos obligatorios que hay que dominar para adentrarse en las profundidades de la gastronomía, cultura y hábitos de la tierrina?. Pues bien, el influencer e instagramer Alexsinos ha hecho una recopilación de aquellas cosas que son de obligado conocimiento si en algún momento quieres viajar a Asturias; una lista de las prácticas imprescindibles si se visita Asturias, Paraíso Natural.
El creador de contenido, que se describe en su biografía como asturiano fuera del guacal, posee una notable popularidad en las redes sociales debido a sus divertidos vídeos, información acerca de la cultura popular asturiana y a la publicación de algunos de los momentos más icónicos del panorama mediático y televisivo de España. Amante de los memes, Alexsinos destaca por su sentido del humor, carisma y talento para captar la esencia de sentirse asturiano y español
Esta enorme fama o repercusión se refleja en el elevado número de apoyo que cuenta en plataformas como Tik Tok o Instagram, donde posee 27,7 mil y 250.000 seguidores respectivamente. A su vez, en Tik Tok, acumula más de 2 millones de likes en el total de sus vídeos: una cifra absolutamente sobresaliente.
El post titulado “9 cosas que tienes que saber antes de viajar a Asturias” alberga más de 11.500 me gustas y casi 390 comentarios. Para el influencer, este recopilatorio de “mandamientos” son de “obligado cumplimiento si no quieres enfadar a nadie”.
1. En Asturias no se dice sidriña, se dice sidrina
Ya lo decía Rodrigo Cuevas en una popular entrevista que cuando alguien dice sidriña, mueren cuatro gatos en todos los pueblos de Asturias. Se trata de un error muy común entre visitantes y turistas, que desconocen la lengua asturiana y cuando acuden a cualquier restaurante, chigre o sidra asturiana quieren demostrar su inclusión e inmersión en la cultura asturiana. Algo que no es necesario porque como dice el artista, con decir “sidra” es suficiente y válido.
2. En tu maleta siempre debe ir una prenda “por si refresca”
No es ninguna sorpresa que la climatología o meteorología en la comunidad asturiana de un cambio drástico en cuestión de minutos. Por ello, los “por si acasos” siempre son un buen salvavidas para cualquier local y visitante de Asturias que se preste. Nunca hay que confiar en el tiempo asturiano, porque aunque indique un sol radiante por la mañana, nunca se sabe en qué puede derivar en tan solo, horas más tarde. Esta recomendación de Alexsinos se tiene que tomar en consideración y cumplirla a rajatabla para no sufrir las terribles consecuencias de una tormenta, vendaval o chaparrón de escándalo.
3. El aeropuerto de Asturias no está en Oviedo, está en Ranón
Existe un desconocimiento y debate generalizado en la región asturiana acerca de la verdadera ubicación del aeropuerto de Asturias. Muchos lo sitúan en Avilés, otros en Oviedo, cuando ninguna de estas afirmaciones es correcta. La localización exacta es Santiago del Monte, concretamente la parroquia de Anzu en el concejo de Castrillón. A pesar de esto, en todas las señalizaciones y billetes de avión aparece el nombre de Oviedo, la capital asturiana.
4.Un cachopo no es un San Jacobo grande. Y si lo pides, tienes que hacerte una foto con tu mano encima para demostrar el tamaño
Es habitual por parte de muchos turistas confundir un cachopo con un sanjacobo, cuando no hay mayor ofensa que esta afirmación para un asturiano. Para aquellos que no tengan clara la diferencia, se pueden destacar miles. En primer lugar, el cachopo lleva carne (principalmente de ternera), en cambio el sanjacobo solo tiene lonchas de jamón y queso. Además, el rebozado del cachopo se hace con harina, huevo y pan rallado, mientras que el del sanjacobo simplemente se compone de pan rallado y huevo.
Por otro lado, una de las distinciones más grandes es la propia calidad: el cachopo suele llevar ingredientes gourmet de mayor prestigio. Sin embargo, el sanjacobo con usar cualquier jamón york y un queso para fundir es suficiente. Para concluir, la diferencia más evidente es el propio tamaño. El cachopo puede llegar a ser el doble o el triple de grande que un sanjacobo y su ingesta no se toma a la ligera. Es raro ver a una única persona acabarse un cachopo porque siempre se pide para compartir entre dos o, incluso, entre varios; algo que no ocurre con los sanjacobos, que hasta saciarte puedes comer dos, tres o cuatro. De ahí viene, la costumbre colectiva de sacar una foto al cachopo con la mano delante para corroborar su gran tamaño y contundencia.
5. Avilés no es una de las ciudades más feas de España. Todo lo contrario
El influencer asturiano defiende esta localidad, habitualmente conocida por su falta de belleza y encanto y no le falta ninguna razón: Avilés cuenta con un sinfín de atractivos turísticos para visitar y descubrir. Entre ellos, destacan plazas de lo más singulares como la Plaza de España, la Plaza Domingo Álvarez Acebal, la calle Galina o Rivero (llenas de arquitectura medieval e indiana). Además, se pueden encontrar parques de lo más bonitos como el Parque de Ferrera, el antiguo barrio de pescadores de Sabugo y como no, el emblemático Centro Niemeyer, donde se puede disfrutar de su peculiar fachada y sus diversas actividades culturales y de ocio. Todos estos lugares desmienten el mito de que Avilés es una ciudad fea.
6. Ir a una fiesta de prau es obligatorio para donar el cuerpo a la ciencia y entender la cultura asturiana
Visitar Asturias en verano y no acudir a una fiesta de prau podría considerarse un auténtico sacrilegio. Existe una gran variedad de festejos de prao para disfrutar, que para quien no los conozca se tratan de celebraciones al aire libre, donde reina la folixa, acompañada de buena comida, gaitas, orquestas, baile, sidra y un amplio programa de actividades y la mejor música en directo. Algunas de las más famosas y representativas son el Carmín de la Pola, el Xiriguelu, la Fiesta del Bollu o San Timoteo.
7. En Asturias no cae chirimiri, orbaya
A la lluvia suave con gotas muy finas o chispeo se le denomina orbayo en Asturias. Por eso, en la lengua asturiana hay una costumbre amplia de definir este tipo de lluvia como orbayar o orvallar debido al uso de las expresiones y dichos populares de Asturias. Cabe resaltar que esta palabra también se usa en ciertas partes de Galicia. Este orbayu representaría El chirimiri o xirimiri característico del País Vasco.
8. La sidra no se bebe a sorbos, se bebe de una vez
Este mandamiento de Alexsinos, tal vez sea uno de los más importantes de toda la lista. ¡Ojo! Esto no significa beberla de un trago como un chupito de tequila. La sidra hay que disfrutarla y por ello, la costumbre existente en Asturias de beberla sin parar se hace, precisamente, para disfrutar al máximo de todos los aromas, el sabor y el cuerpo de esta bebida tan preciada en la comunidad. De forma más técnica, los expertos aseguran que beber el famoso culín de una vez y sin parar se hace para degustar al 100% el emblemático escanciado en el que se libera el gas carbónico endógeno de la sidra. Esto suele generar gran sorpresa e impacto entre los turistas, que se quedan absolutamente asombrados con esta práctica.
9. Pasar El Negrón desde León a Asturias es una experiencia única. No se puede contar, hay que vivirla
El túnel del Negrón comunica el Principado de Asturias y la provincia de León y se encuentra en la autopista Ruta de la Plata (AP-66). Con más de 4 kilómetros de longitud, se trata del sexto túnel más largo de España. La leyenda que rodea este popular túnel consiste en la costumbre de tener buen tiempo y un clima soleado justo antes de introducirse en el túnel y salir del mismo con una meteorología absolutamente adversa: lluvia, viento y mal tiempo. Un fenómeno que los meteorólogos definen como·"efecto Foehn”, donde se produce un viento cargado de humedad que sopla de manera perpendicular y persistente a una cordillera. A continuación, este aire asciende a barlovento de esa cordillera y conforme lo va haciendo, va perdiendo humedad, originando fuertes lluvias y precipitaciones.
