Opinión

Oviedo, Capital Mundial de la Poesía y el Queso

De la mano de Rafael  Secades, Oviedo es la Capital Mundial del Queso.

De la mano del fenomenal editor-periodista, Graciano García, Oviedo es la Capital de la Poesía.

Y de la mano de la Alcaldía, Oviedo es la capital de la osadía.

Escribir para mí de Secades, significa aciertos y muchas bondades. En el mundo del queso, nadie se la da porque sabe mucho de este manjar y lo que significa para la Asturias, tanto costera como de interior. Sí señor.

Secades organiza cualquier evento sin ningún aburrimiento, y con total apasionamiento.

Escribir de Graciano es hacerlo de un fenómeno que a Oviedo siempre está dispuesto a echar una mano.

No puedo olvidar escribiendo de la capital la genial intervención del alcalde Gabino. Ese sí que nos salió fino.

Desde mi punto de vista la capital la dejó hermosa. Qué cosa.

Ahora Oviedo tiene de alcalde a Canteli, que hace unos años y en su propio despacho, me contó una milonga que era mayor que todo el concejo de Ponga. ¿Que miento? La trola era sobre una especial salida al tinglao ecuestre próximo a Llanera. Un “recado” que le dejó Gabino, que era mucho más fino.

Según el curiosón y veterano alcalde (77 años) me relataba, iba a hacer con los de la hípica un centro del copón. Tan del copón que sigue como está, costando un pastón.

Al veterano alcalde de Vetusta esto del Centro Ecuestre mucho le asusta.

En Sariego sí se hizo un gran centro  de equinos, porque son mucho más finos. Alfredo Canteli no podría ni pensar que tal asunto se podría realizar. Si fuera más inteligente, el hípico de Oviedo lo hubiera ofrecido a esta gente.

El Centro Ecuestre de Sariego no costó ni un euro al contribuyente.

Pero Canteli con su habitual cara de circunstancias, ahí sigue con el embolado que heredó de Gabino. Él si que era fino. Señor, señor… qué cruz con este alcalde que en nada nos sale de valde.

Los antes descritos Secades y Graciano hacen que Oviedo no sea un pueblón a cuyo mando está un veterano alcaldón.

Al alcalde actual, y tal y tal... yo lo tengo catalogado como un querer y no poder. Siempre está tan ricamente sentado en su sillón, pasando de Oviedo un montón.

Cierto, tiene un segundo de abordo singular y peculiar, mecachis en la mar.

El catalán Nacho Cuesta, que antes transitó por el PSOE, luego por Ciudadanos y ahora presta sus “servicios” en el PP. Quién se lo diría a usté.

El de Manresa Cuesta es un “aguililla”, que cada vez busca la mejor silla.

Pues ese es el dúo mandante de la capital, que nos quieren hacer creer, que Oviedo está en un pedestal.

Menos mal que gentes con categoría como Secades y Graciano García ponen el arte que se requería, para hacer de Oviedo una capitalidad de categoría.

Secades y García sitúan a Oviedo como uno quería. La convierten en capital, algo  que el alcalde actual no sabe hacer.Pobre chaval.

Hoy Oviedo es Capital Mundial de los Quesos y Capital Mundial de la Poesía. El equipo de la alcaldía, ni siquiera se lo olía.  

Los actuales mandantes antes definidos, Canteli y el catalán Cuesta, en la capital solo saben hacer su particular fiesta.

En las antiguas instalaciones de la fábrica de armas de La Vega, de cara a la galería quieren poner una “armería”. Harán el mejor y mayor solar de Oviedo. A mí me importa un bledo.

Unos hacen que la capital, sea conocida en todo el mundo mundial, como el periodista Graciano García que fue el que inventó y sacó adelante los premios mundialmente conocidos Príncipe de Asturias, hoy Princesa.

Ahora Graciano se empeñó e hizo de  Oviedo la Capital Mundial de la Poesía. Qué gran alegría.

Rafael Secades, junto con sus buenos cofrades, no hacen barbaridades. Solo intentan construir una de las mejores ciudades del mundo y lo consiguen. Oviedo ya es la Capital Mundial del Queso. Ahí queda eso.

Yo me quedo con los del Queso y la Poesía. El otro par de mandantes oficiales parez como si estuvieran tocando los timbales. No me extraña en absoluto, lo de La Vega está en prospección, para hacer allí un gran solarón. Ladrillo p´alante, como si estuviéramos en Alicante.

Fortísimo abrazo a mis dos queridos y admirados Graciano y Rafael, por sus excelentes bondades.

Al  político mandante, Cuesta, parezme que este asunto no le presta. Lo suyo debe de ser el sillón Municipal, importándole un bledo La capital.

Señor, señor, qué cruz con estos políticos capitalinos, que se creen unos “divinos”.