Los peligros de la cucaracha langosta, la nueva especie invasora que ha llegado a Asturias

Hasta la fecha, se han encontrado alrededor de 150 ejemplares en el territorio asturiano
Cucaracha langosta.
EZSA Sanidad Ambiental
photo_camera Cucaracha langosta. Foto: EZSA Sanidad Ambiental

La llegada masiva de especies animales invasoras al territorio nacional y asturiano ha suscitado, desde siempre, gran preocupación entre los conciudadanos que ven esta aparición repentina una auténtica amenaza para los ecosistemas autóctonos. Desde la famosa avispa velutina o el mosquito tigre, el cangrejo rojo hasta especies arbóreas como el eucalipto.

Esta vez, el nuevo vecino invasor que ha llegado a la región asturiana se trata de la cucaracha langosta (Nauphoeta cinerea), una especie de cucaracha de la cual se han podido divisar, hasta la fecha, alrededor de 150 ejemplares. Esta situación ha generado inquietud entre los habitantes asturianos que temen que esta especie se acomode al espacio, llegando a dificultar su eliminación y desaparición.

Existen varias teorías manejadas por el departamento de investigación de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo. La primera de ellas consiste en la globalización de la actividad comercial. Lo cierto es que esta especie de cucaracha es habitual en ciertas zonas del norte de África y áreas de Estados Unidos, por lo que se cree que la cucaracha langosta podría haberse trasladado en algún medio de transporte originario de estos países (barco, avión, etc). Otra de las creencias radica en, que tal vez, algún coleccionista o científico ambiental soltara por descuido algún ejemplar, llegando a provocar que este se reprodujera en la zona del Principado de Asturias.

Sobre la cucaracha langosta

¿Cuáles son los rasgos físicos principales de la Nauphoeta cinerea y en qué se diferencia de la cucaracha común? En primer lugar, estaría el tamaño y es que la cucaracha langosta puede alcanzar los 30 milímetros de longitud. Además, esta especie invasora es más ancha que su pariente. El color es, relativamente distinto, también: la Nauphoeta tiene un color algo más pardo (con manchas marrones y grises) mientras que la cucaracha común tiene un tono más claro y rubio. A su vez, en el caso de la cucaracha langosta las alas se encuentran por debajo del abdomen a diferencia de su compañera. Por último, se puede destacar que la Nauphoeta cinerea se mueve con mayor rapidez.

¿Dónde podemos encontrarla? En el territorio asturiano, la mayor parte de los ejemplares se han divisado en la localidad gijonesa (cerca del Puerto, el Musel, etc) y ovetense (Campus del Milán). Es más habitual observarlas en entornos urbanos, en áreas cercanas al tránsito de los ciudadanos, basura y zonas de mercancía

El peligro de la aparición masiva de este tipo de cucaracha puede llegar a superar los límites de cualquier invasión y es que, la Nauphoeta cinerea es capaz de ocasionar altos perjuicios en el ecosistema asturiano. Está descrita como una especie invasora sinantrópica y como tal la cucaracha langosta se ha convertido en una de las plagas más molestas y peligrosas para el entorno urbano y rural. ¿Qué significa, exactamente, el concepto de especie sinantrópica y porque supone tanto peligro? Estos animales son aquellos que se han acostumbrado a vivir entre personas y que mantienen su conducta a pesar de la presencia de los mismos. Esto las hacen, especialmente, amenazantes porque son mucho más difíciles de erradicar. 

La llegada de la cucaracha langosta ha motivado la movilización de numerosas personas afectadas por su presencia que exigen medidas de respuesta inmediata ante esta invasión para evitar futuras problemáticas sanitarias. Entre estas medidas, se solicitan, principalmente, sistemas de monitoreo para detectar posibles aglomeraciones de este tipo de cucarachas para impedir posibles perjuicios.

Otro de los aspectos que más preocupan tanto a investigadores como a ciudadanos es la resistencia, cada vez más elevada, de las cucarachas hacia los insecticidas químicos. Esta problemática no se aplica únicamente a la cucaracha langosta, sino también a la común o rubia y a otros tipos de este animal. Lo cierto es que los componentes reactivos de estos productos no están consiguiendo eliminar las plagas de cucarachas, que lejos de erradicarlas, consiguen tolerar y resistir sus efectos. Otro de los elementos, que anteriormente, dificultaba la supervivencia de la cucaracha langosta era el clima adverso o extremo, pero en la actualidad su resistencia tanto a altas temperaturas como las bajas complica aún más su eliminación.

Remedios caseros para evitar las plagas

Como ya hemos comentado anteriormente, la resistencia de cucarachas a insecticidas, aerosoles y repelentes sigue aumentando de forma exponencial con el tiempo. Por lo tanto, es normal que haya cierto escepticismo ante los remedios caseros que podrían aplicarse para evitar la entrada de estos animales a las viviendas. Aún así, no hay que descartar ningún método ni estrategia de erradicación que pueda estar a nuestro alcance. Entre los medios más rudimentarios y ancestrales se encuentra el famoso truco de la mezcla de azúcar y bicarbonato, que parece actuar como un repelente natural para cucarachas. Lo cierto es que el primer ingrediente puede resultar mortal para este insecto, mientras que el azúcar puede convertirse en una especie de cebo para conseguir que las cucarachas ingieran la mezcla.

Otros ingredientes útiles para conseguir que la Nauphoeta cinerea no aparezca por casa son el laurel, la menta, el ajo en polvo. La acidez que contienen otros productos como el zumo del limón o el vinagre son también elementos que las cucarachas rechazan.

En definitiva, parece que la aparición de esta especie invasora ha causado mucho revuelo, miedo y preocupación por parte de la ciudadanía que temen problemas de salubridad pública de extrema gravedad ante los posibles efectos que podría llegar a causar la cucaracha langosta.